El malestar que se ha generado con la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ibiza por la recogida de la posidonia en algunas de las playas de la ciudad sigue extendiéndose. Ayer fueron un grupo de restauradores del comienzo de Platja d'en Bossa los que criticaron duramente a Periódico de Ibiza y Formentera la situación en la que se encuentra el arenal que tienen delante de sus establecimientos.
Son Casa Manolo, el Bar Albatros Beach, Ohana Ibiza, Atlántida Beach y alguno más. La mayoría tienen una pequeña terraza con mesas donde comer mientras se disfruta de una maravillosa vista a la playa. Todo perfecto si no fuera porque el lugar está repleto de posidonia muerta y el olor, en días como ayer en el que soplaba algo el viento, es muy intenso y desagradable. «No puede ser que la gente se venga a comer una paella o un buen pescado, esté sentado disfrutando de las vistas y todo se le fastidie por el olor que genera la posidonia muerta», explicó ayer a este periódico un encargado de uno de los restaurantes de la zona.
También denunciaron que han perdido parte de su clientela, fundamentalmente ibicenca, «porque la gente ya no puede venir a la playa a bañarse y a pasar el día». «Lo normal era venir el fin de semana y echar el día jugando por la mañana en la playa y en el mar y luego, cuando llegaba el mediodía, subir a las mesas a comer una paella en familia, pero eso hace tiempo que ha cambiado porque todo está muy sucio y ya no hay casi arena», explicó este encargado.
En este sentido, también critican la falta de mantenimiento por parte del Ayuntamiento de Ibiza. «No tenemos nada en contra de la posidonia, a la que consideramos muy importante para mantener nuestro ecosistema, pero sí pedimos que el Ayuntamiento recule y aplique las mismas medidas de limpieza que está haciendo el Ayuntamiento de Sant Josep para tener las playas preciosas».