Solo pasaban 25 minutos del 18 de febrero cuando Eivissa decidió llegar al mundo. El nombre de esta pequeña ha marcado un antes y un después en los registros de Ibiza. Sus padres, Lorena y Jose, decidieron que la isla había sido tan especial para ellos y significaba tanto en sus vidas, que su primogénita debía llevar ese nombre. «Incluso antes de quedarme embarazada, siempre bromeábamos con que, si teníamos una niña, se llamaría así», cuenta emocionada su madre. «No habíamos pensado en ningún otro siquiera».
Sus padres se conocieron hace más de una década, cuando ambos estaban trabajando en Mataró (Barcelona), y casi automáticamente empezaron a vivir juntos. «Veníamos a la isla para hacer la temporada hasta que a mí me salió una muy buena oportunidad laboral y decidimos quedarnos aquí», explica Lorena.
Jose trabaja de cocinero, por lo que no le fue difícil tampoco encontrar trabajo. «Hicimos nuestra vida aquí e incluso nos casamos en la playa».
En una boda en las playas de Cala d'Hort, la pareja afianzó su amor hace ya 6 años. El vídeo de la ceremonia fue presentado por el fotógrafo en el programa ‘Bodas con amor en las Islas Baleares', ganando el premio a la categoría de mejor baile. «Después, a los dos años, me quedé embarazada de mi primera niña, como un regalo», recuerda Lorena, emocionada.
Tanto la familia de Lorena, desde La Rioja, como la de Jose, desde Mataró, acudieron al hospital cuando Lorena dio a luz.
La pequeña se hizo famosa entre todo el personal sanitario de Can Misses desde el minuto uno, cuando la planta de maternidad se enteró de su nombre. «Era tan curioso que todas las enfermeras venían preguntando por ella».
Registro civil
Fue esta misma situación la que se encontraron sus progenitores cuando fueron a inscribirla en el registro civil del municipio de Sant Josep. A los administrativos de allí, les pareció algo insólito, aunque no manifestaron ningún inconveniente con el nombre de la niña. «Se sorprendieron, porque sí que habían recibido a muchas familias que querían llamar a sus hijas Tanit o con nombres de otros países, como África, pero no habían escuchado nunca a nadie que quisiera poner Eivissa». Después de consultarlo con el juez, se dio el visto bueno a la petición de la familia.
Y así fue. Eivissa Ortego Checa es a día hoy la única persona inscrita en la isla con ese nombre.
Respecto a la pequeña, sus padres dicen que «es como un ángel». «Apenas llora, se porta genial y es muy risueña, nunca da un problema ni se queja por nada», explican.
Reencuentros
A causa del confinamiento, los abuelos apenas habían podido estar con su nieta y por eso, en cuanto han podido, han viajado para conocerla.
«Mis padres vienen estos días desde Mataró para pasar unos días con la peque aprovechando que hay vuelos, aunque se van a quedar en un hotel».
El reencuentro, que pudimos presenciar, fue muy emotivo. En palabras del abuelo «se me cae la baba con ella, se pasa el día riendo. Está enorme desde la última vez que la vi”».
La abuela, por su parte, apenas articulaba palabra mientras la acunaba en sus brazos.
En palabras de su madre, «el nombre Eivissa siempre ha sido muy significativo para nosotros. Siempre nos ha dado felicidad; primero cuando vinimos aquí y nos casamos y después con nuestra primera hija».