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Perros como terapia

Hasta ahora, las sesiones han sido grupales con hasta 6 usuarios.

| Eivissa |

Durante las últimas semanas el Hospital Residencia Asistida de Cas Serres, junto con el proyecto ‘Encanta't' de terapia con perros, ha estado desarrollando un programa piloto de terapia asistida con perros ya que se está demostrando que la interacción y las actividades planificadas con animales son eficaces para promover la mejora en las funciones físicas, sociales, emocionales y cognitivas de los mayores.
Esta intervención tiene un objetivo social-terapéutico donde el animal juega un papel motivador de cara al usuario, tal y como ha expresado este miércoles el Consell de Ibiza a través de un comunicado. En las sesiones programadas ‘Uc', un perro mestizo, ha sido el can seleccionado. Uc un perro entrenado y educado para tal finalidad y convive con la persona encargada de llevar a cabo la actividad, María Castellón, fisioterapeuta en Cas Serres, lo que asegura el vínculo y conocimiento del animal para anticipar cualquier actuación y así potenciar la seguridad de la actividad de cara a los usuarios, además de garantizar el control veterinario, las condiciones higiénico-sanitarias y el bienestar de los animales.
Tal como explicó ayer María Castellón estas sesiones van dirigidas a los usuarios que lo deseen y que los profesionales pertinentes consideren que se puedan beneficiar. En este programa piloto las sesiones, de una hora cada una, han de ser grupales con 6 usuarios, siguiendo en todo momento los protocolos Covid-19, y se han realizado un día a la semana durante 6 semanas. Su estructura consiste en una primera parte de bienvenida, seguida de ejercicios activos y, consecutivamente, ejercicios de vuelta a la calma, para finalmente, terminar con un espacio de tiempo para poder agradecer, despedirse y finalizar la sesión.
Los objetivos generales de esta iniciativa es el bienestar psico-emocional de los participantes, mejorando tanto la coordinación general y óculo-manual, estimulación multisensorial, motricidad fina y gruesa, psicomotricidad y aumento de la actividad física, así como el reconocimiento de emociones y la su gestión, autocontrol, revivir experiencias, mejorar habilidades sociales, capacidad de establecer una relación afectiva, trabajo en equipo, capacidad de participación en una actividad y respetar turnos de espera.
«Ha sido una experiencia muy enriquecedora y los usuarios han disfrutado de una oportunidad pionera en Cas Serres. Esperamos a ver cómo se desarrollan los acontecimientos con el coronavirus pero la idea es continuar con el programa y aumentar el número de sesiones para que más usuarios puedan sumarse», ha detallado Castellón. De hecho, el interés despertado por los usuarios del centro hacia esta actividad ha sido muy grande «muchos me pedían sumarse porque ha sido una experiencia muy positiva para todos, especialmente para mí que he podido unir las dos mis pasiones: la mi profesión y los perros».

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