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Entrevista | José Luis Sánchez-Saliquet l Excoordiandor de Vox-Actúa en las Pitiusas

José Luis Sánchez-Saliquet: «Jorge Campos Asensi apaga todo lo que pueda brillar más que él»

El excoordinador de Vox-Actúa se pronuncia sobre el cierre de la sede del partido en Ibiza y carga contra la actual dirección

José Luis Sánchez-Saliquet, ayer, en la entrevista con Periódico de Ibiza y Formentera. | DANIEL ESPINOSA

| Ibiza |

José Luis Sánchez-Saliquet (Cáceres, 1964) tiene claro que Ibiza incomoda, en cierta manera, a la dirección de Vox en Baleares. Saliquet asegura que existe desencanto en Ibiza con la dirección actual del partido en Baleares, defiende que todas las decisiones pasan por Jorge Campos y que éste sólo mira por su carrera política y no por defender los intereses del partido y del país.

¿Se acaba de cerrar la sede de Vox en el número 1 de Avenida España, que en su momento abrió Vox-Actúa Baleares cuando usted era coordinador. ¿Cómo consiguen pagar una sede en un lugar tan exclusivo?
—La sede se abre porque después de presentar el 28 de septiembre el comité que iba a afrontar el reto de presentar listas en todos los ayuntamientos, conseguimos montar un comité de 22 personas que respondían a agrupaciones de cinco en cada municipio que fueron captando militantes y financiación hasta alcanzar la cifra de casi 44.000 euros. Con ese dinero, el 28 de marzo encontramos la sede y firmamos el contrato con la propietaria un jueves. El viernes teníamos la sede montada con muebles que trajeron un francés y un holandés y el lunes 1 de abril la sede estaba abierta, ondeando la bandera de España y funcionando. Todo se pagó con dinero donado por muchos militantes. Hubo personas con mucho dinero que quisieron donarlo y no lo aceptamos para no deber a gente concreta. Así se financió la sede y el partido en Ibiza hasta que yo me fui, el 6 de junio de 2019, con unas cuentas en positivo de entre 7.000 y 8.000 euros, por lo que podría haberse pagado la sede con ese dinero hasta noviembre. Además teníamos más de 300 militantes, que suponen más de 30.000 euros de financiación al año, por lo que la sede era más que viable.

Debió de verse como un logro en el partido tener la sede más visible de la isla cuando acababan de empezar.
—No solo la sede era muy visible. Ha sido una herramienta importante para conseguir movilizar a la gente. Pusimos una bandera de España de 10 metros en el corazón de Ibiza, delante de Vara de Rey, en la Avenida España número 1. Vi tres accidentes de tráfico porque la gente no se creía la bandera que habíamos puesto. Eso llenó de ilusión a la gente y, gracias a eso, mucha gente vino y participó; entraron en listas, formaron los comités, aportaron dinero, muebles y, sobre todo, ilusión y gente que fue como apoderada a las elecciones.

Vox suscita malestar y casi odio entre algunas personas. ¿Nunca han recibido sabotajes a la sede?
—Nos pusieron una pegatina de esta gentucilla ‘antifa’, que dicen que son demócratas y no son más que ‘puño en alto’, tiranía, socialismo y comunismo. Pero más allá de eso no ha habido ningún incidente porque estaba situada en un sitio extremadamente visible y rodeada de cuatro bancos. La seguridad de estar entre cuatro bancos y el hecho de estar en un sitio tan céntrico hacía prácticamente imposible que hubiera ningún acto de vandalismo.

¿Qué lleva a que se cierre la sede en Ibiza?
—Básicamente que la gestión de Vox Baleares es la gestión de la carrera política de un señor llamado Jorge Campos Asensi, que todo lo que pueda brillar más que él lo apaga. Me estoy refiriendo a la operación Bauzá, que él abortó. Bauzá hubiera traído 200.000 votos frente a los 80.000 que consiguió Jorge Campos, pero Jorge primó su carrera política a los intereses que defendemos por y para España. Bauzá hubiera ayudado mucho.

¿Vox tenía atado a Bauzá?
—Tengo constancia, porque he estado en alguna reunión, de que Bauzá estaba muy interesado. También sé positivamente, porque Jorge así me lo dijo, que Jorge consideraba muy negativo a Bauzá, dijo que no podía entrar. Me lo dijo de manera muy vehemente y no sólo a mí sino a todo el comité de Actúa del que yo formaba parte como miembro fundador del partido.

¿Cómo puede ser que Vox Ibiza acepte el cierre de la sede?
—No puedo decir qué acepta o no Ibiza porque desde el 6 de junio de 2019 que renuncié, estoy desvinculado de las decisiones, aunque algunas informaciones me llegan. Pero es indudable que ni la diputada Patricia de las Heras, ni Jaime Díaz de Entresotos, ni Héctor, ni Luis Astorri ni muchos miembros del comité actual o antiguo comparten que la sede se cierre. El hecho es que desde noviembre no había dinero; Palma no enviaba dinero. Tenemos más de 300 militantes, 30.000 euros y la sede la han pagado cinco o seis chavales de su bolsillo y esto era inviable. Se cierra porque el capitán del proyecto en Baleares [en referencia a Jorge Campos] no defiende que la sede siga abierta.

¿Su dimisión tiene algo que ver con las supuestas irregularidades en las cuentas del partido?
—Cuando dimití no sólo era las irregularidades en las cuentas. Básicamente eran cuatro razones. La primera duplicidad de cargos; hemos venido a regenerar las instituciones, no a ocupar dos cargos. No hemos sacado mil concejales, hemos sacado menos de 20. Es inaceptable que Jorge Campos esté en el ayuntamiento y en el Parlament, como Sergio Rodríguez Farré y como Idoia. Ésta fue la primera gran protesta que motivó el desencanto de la cúpula que formábamos Actúa. La auditoría que había encargado Vox no se había cerrado y esto no es la fusión de BBVA con Bankinter, es un partido de menos de 400.000 euros. La tercera es que cuando se hicieron estas críticas, la decisión de Jorge fue disolver los comités y echar a la gente a la calle; todos los que habían hecho el esfuerzo de montar las listas, representar el partido, de apoderar las elecciones... Estas razones me llevaron a decidir que no podía participar más en un proyecto personal de Jorge Campos.

Por sus palabras, parece que Jorge Campos intenta quitar poder en Ibiza.
—No hay decisión que no autorice Jorge Campos a nivel político y que no comente con Sergio Farré, que es la herramienta bajo la que se decide todo: pagos, cargos, campañas, viajes y gastos.

¿Podemos estar hablando del inicio de la desaparición de Vox en Ibiza?
—Espero que no, pero el desencanto de los que iniciamos el proyecto de Vox, es decir, la creación del partido Actúa del que soy fundador con 11 personas, es evidente porque de 11 personas iniciales solo quedan cuatro actualmente. Y estas cuatro personas que quedan son las que cobran sueldos designados a dedo por decisión personal de Jorge Campos. Campos jamás celebró ningún debate, jamás se hizo ningún comité ni se levantó acta alguna de cuándo y cómo se decidió a quién y por qué se le iba a pagar un sueldo de 1.400 euros más seguridad social, disfrazado de asesoría jurídica cuando Sergio Rodríguez Farré, por ejemplo, tiene una administración de lotería.

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