Consiguieron reunir a un centenar de personas para dar a conocer la oportunidad que había en materia de energía solar en Ibiza. La mitad de los asistentes decidió subirse al carro y un año después ya cosechan resultados.
Jesús en Transició es, probablemente, el colectivo que más impulso ha dado en la isla al aprovechamiento de las ayudas del Govern balear para instalaciones de autoconsumo de energías renovables, cofinanciadas con fondos europeos FEDER.
Esta entidad, que colabora con el Consell d'Eivissa en el desarrollo del proyecto europeo ‘Clean Energy for EU islands' en la isla, organizó una jornada en el auditorio de Jesús el año pasado para dar a conocer las ayudas. «Vinieron unas 110 personas, de las que pidieron presupuesto en torno a 50 y han recibido la aprobación del proyecto para recibir la subvención 19 instalaciones», explica Marcos Tur, miembro de la asociación.
Indica sentirse orgulloso con el resultado de esta ‘primera ola solar', que principalmente ha coordinado Lluis Lliteres.
Esta asociación sin ánimo de lucro trabaja para promover proyectos que avancen hacia la sostenibilidad ecológica, económica y social del pueblo. Entre las líneas de trabajo que desarrollan está la recuperación de caminos, creación de huertos urbanos, dinamización social con actividades en la plaza y esta primera oleada de instalaciones solares.
«Una vez que reunimos un número suficiente de interesados, buscamos un socio para poder ejecutar los proyectos. Llegamos a un acuerdo con la empresa Holaluz, que está apostando muy fuerte por las renovables, en colaboración con el instalador ibicenco Solsulet. Se hizo un plan de ofertas que acabó a final de año con cerca de 50 personas que estaban dispuestas a poner en marcha estos proyectos, condicionados a la recepción de las ayudas autonómicas que abarataban mucho el coste», explica Lliteres.
El programa balear fue un éxito y se agotó la partida presupuestaria. Entre los 51 expedientes aprobados en Ibiza de ayudas a particulares, 19 fueron tramitados a través de Jesús en Transició. En torno a una quincena más se quedaron fuera. Ahora están pendientes de que el Govern balear incremente la partida, una posibilidad contemplada en las bases. Según informaron desde el Govern está previsto destinar 500.000 euros más a estas ayudas que permitirían la tramitación de proyectos que se han quedado fuera.
Asesoramiento
Lliteres reivindica la creación en Ibiza de una oficina de asesoramiento en esta materia, como hay en Menorca, «en la que un ciudadano pueda ir y recibir un asesoramiento completo a todo el proceso».
Una tarea que ha llevado a cabo Jesús en Transició entre los vecinos de la localidad que se han sumado a la ola solar y ha animado a muchos a realizar la inversión, dado que no tenían que asumir el papeleo.
El Consell de Menorca puso en marcha en 2019, en colaboración con el Govern, una oficina de asesoramiento integral y personalizado para instituciones, empresas y particulares que quieran implementar una instalación de energía renovable.
La medida forma parte de la Estrategia Menorca 2030 que tiene como objetivo la cobertura del 85% de la demanda eléctrica con energías renovables, la reducción del 50% del consumo de combustibles fósiles en el transporte terrestre, la reducción del 30% del consumo de combustibles fósiles para usos térmicos en el sector industrial y residencial y la reducción del 10% del consumo de gasóleo B en el sector primario.
Nuevos techos solares
Laura y su marido llevaban tiempo valorando la posibilidad de instalar placas solares en su casa. La charla de Jesús en Transició les convenció de que era el momento, aprovechando las ayudas autonómicas y el descuento en el IBI que aplica el Ayuntamiento de Santa Eulària por nuevas instalaciones fotovoltaicas.
«La verdad que estamos súper contentos, nos han facilitado mucho las cosas. Ellos han hecho todos los trámites, nosotros sólo tuvimos que dar nuestros datos. A pesar de los meses del estado de alarma, desde que dimos el ok empezaron a hacer papeleo y ya está listo. En dos días me lo han montado todo», explica.
En su caso la instalación es de 4 kilovatios (kW), compuesta de doce placas solares. En su vivienda tienen contratados 7,5 kW a través de la red general de suministro, porque lo tienen «casi todo eléctrico». Es por ello que indica que el ahorro vendrá si se organizan bien, «tendremos que poner lavadoras y lavavajillas durante el día para poder tirar de energía solar».
El coste de la instalación ha sido de 6.600 euros de los que se ahorrarán 2.500 con la subvención balear.
Indica que el ahorro económico que tendrán ha sido un aliciente a una decisión sobre todo medioambiental.
De la instalación se ha encargado la empresa ibicenca Solsulet. Su responsable, Juan Tur, explica que las instalaciones se han abaratado mucho en los últimos años y que actualmente cuestan en torno a 5.000 euros.
La instalación es sencilla, «un día o dos, la instalación es rápida lo que cuesta un poco más son los permisos».
Una vez instaladas el mantenimiento es sencillo, simplemente limpiar 3 o 4 veces al año las placas, «por eso es importante monitorizar las instalaciones, así cuando uno ve que hay una gran pérdida de producción suele ser que las placas están sucias.
Explica que ellos han tramitado más de 40 de las 79 instalaciones que han recibido subvención del Govern. «Las empresas del sector ya veíamos que entre 2019 y 2020 iba a venir un incremento importante y efectivamente lo hemos notado.
Conciencia que no es nueva
Este fuerte impulso a las energías renovables en Jesús ya venía con inercia. Maribel, la hermana de Laura, es de las pioneras en Jesús y un ejemplo de que la autosuficiencia total en materia energética es posible.
Hace diez años decidió instalar energía solar en su casa, una vivienda reformada que nunca había estado conectada a la red eléctrica. Compró también un generador, «por si acaso, para días sin sol», que dice que nunca ha necesitado poner en marcha gracias a las baterías.
«Una vivienda con unas necesidades normales funciona perfectamente, según mi experiencia, aunque en mi caso tengo que decir que vivo sola», indica Maribel, que tiene en casa los electrodomésticos habituales de cualquier casa como la lavadora, el horno eléctrico o la nevera. También hace funcionar la bomba de impulsión que sube a la primera planta de la casa el agua de la cisterna. «En una isla con tanto sol como es Ibiza, se utiliza poco esta energía. Deberían aprovecharse mucho más, tanto por las empresas como en las casas particulares por el ahorro económico que supone como por la reducción de la contaminación», reivindica. Desde Jesús en Transició ya preparan la segunda ‘ola solar', que esperan que tenga tanto éxito como la primera y sirva para seguir impulsando un cambio de modelo en Ibiza.