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Coronavirus

Can Misses se reorganiza para atender la demanda asistencial de coronavirus

Se crean circuitos nuevos en Medicina Interna F, Urgencias y el bloque quirúrgico

Can Misses continúa preparándose para hacer frente a la segunda ola.

| Ibiza |

El hospital Can Misses continúa adaptándose a las necesidades asistenciales surgidas por el coronavirus. Así, está preparando nuevos circuitos y la adecuación de espacios en «servicios clave para la atención, como son Medicina Interna F, los quirófanos y el servicio de Urgencias».

En Medicina Interna y en el bloque quirúrgico se han creado espacios específicos para la atención al coronavirus. Por el momento, en ambos servicios se han instalado los premarcos de puertas, la tabiquería y el refuerzo de forjados para poner puertas que separen áreas covid de no covid. Las puertas, finalmente, se instalarán también en Urgencias, en una segunda fase, el día 9 de noviembre.

Medicina Interna
En Medicina Interna se han creado dos espacios con 20 camas cada uno, lo que permitirá adecuar la atención de esta unidad a las necesidades asistenciales. En este sentido, habrá un espacio con 20 camas para enfermos con covid cuando el número sea inferior a la veintena y, cuando se supere esa cifra, se utilizarán los dos espacios.

Área Quirúrgica
El Área Quirúrgica está formada por una zona de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA), una zona de reanimación post anestesia (URPA) y ocho quirófanos. En este bloque se han diseñado dos circuitos para pacientes con y sin coronavirus. Estos dos circuitos están separados físicamente «por medio de una compuerta que permite la reversibilidad de las áreas para adaptarlas a los diferentes escenarios posibles». Por otra parte, se ha habilitado la zona de CMA por medio de una central de monotorización para poder ser usada como UCI en caso de que fuera necesario. Esta disposición permite acoger «los diferentes escenarios sanitarios durante la segunda oleada, pues convierte el área quirúrgica en un espacio moludable en el que se amplía o disminuye su capacidad en función de las necesidades», precisaron ayer desde el Área de Salud pitiusa. Marcos García Montes, subdirector quirúrgico, explicó que el funcionamiento «será a modo de acordeón; se expandirá cuando la pandemia permita usar todo el área quirúrgica o se encogerá cuando debamos ceder espacio a los pacientes críticos de la UCI». Con este sistema se busca continuar con la «máxima actividad asistencial posible de los pacientes que presenten otras patologías».

UCI
En cuanto a la UCI, ahora que estamos en la primera fase, está dividida en dos zonas: el control A para pacientes covid y control B para resto de patologías. La segunda fase se activaría dedicando la UCI actual, que consta de 15 camas, únicamente para pacientes covid. Los pacientes en UCI con otras patologías estarían ubicados en el área de Cirugía Mayor Ambulatoria, es decir, se ganaría espacio a los quirófanos para activar la UCI para pacientes graves sin covid. «De esta manera se podría continuar con la actividad quirúrgica programada y urgente, sin necesidad de suspender operaciones, y con la URPA disponible para la reanimación de los pacientes quirúrgicos tras una operación», explicaron desde el Área de Salud pitiusa. Si hay que operar a pacientes con coronavirus, se cerrarían las compuertas que separan los quirófanos 7 y 8, por lo que habría un aislamiento físico de esta zona respecto al resto de quirófanos, donde se mantendrían las intervenciones a pacientes con otras patologías. «Una vez concluidas las intervenciones a pacientes con COVID-19 y tras la limpieza exhaustiva del área, se volverían a abrir las compuertas para maximizar la actividad quirúrgica en pacientes con otras patologías», precisaron.

El tercer escenario que manejan se activaría ue los requerimientos de UCI de pacientes con COVID-19 en estado crítico excediera las quince camas de la UCI y debiera ocuparse más espacio en el Área Quirúrgica para atenderlos. En este escenario, se cerrarían las compuertas de la zona COVID de manera permanente hasta que se volviera al escenario anterior. El quirófano 7 se convertiría en quirófano COVID y el quirófano 8 en sala UCI-COVID. El resto de quirófanos, del 1 al 6, continuarían siendo quirófanos para pacientes negativos en coronavirus en una zona totalmente aislada de la zona COVID.

En el caso de que las necesidades de UCI para pacientes con COVID-19 continuaran creciendo, se establecería una nueva esclusa de aislamiento para convertir tres quirófanos en salas UCI-COVID totalmente aisladas de los otros tres quirófanos, donde se realizaría actividad quirúrgica prioritaria y urgente. De esta manera, la apertura y cierre de compuertas y esclusas permitirá aumentar o disminuir la actividad asistencial al paciente con COVID-19 y minimizar el impacto sobre la actividad quirúrgica programada para pacientes con otras patologías.

En paralelo, se están haciendo obras para adecuar la zona de observación 2 de Urgencias, unas tareas que tendrán una duración de 10 días. Urgencias dispone de 30 camas: 26 para adultos y cuatro pediátricas, además de una sala de observación con 11 sillones.

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