Las grabaciones de las cámaras de seguridad, la maza utilizada y abandonada en el escenario del robo y los restos de sangre que dejó uno de los delincuentes en el vidrio de seguridad reventado, son algunos de los hilos de los que están tirando los investigadores de la Policía Nacional para poner rostro a los dos delincuentes que el jueves a mediodía perpetraron un golpe a plena luz del día en el número 2 del Paseo de Vara de Rey de Vila.
Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la comisaría de Ibiza recabaron estas y otras pruebas en el escenario del robo y han intensificado las investigaciones. El modus operandi es otro factor a la hora de dirigir la investigación.
Los dos hombres ejecutaron el robo de forma aparatosa pero resolutivamente. En menos de un minuto se aproximaron al expositor exterior de la joyería boutique Rabat Viñets, asestaron 17 impactos al escaparate y abrieron un orificio suficiente para que uno de ellos introdujese la mano y se hiciese con los dos valiosos relojes Rolex, las dos piezas más caras que se encontraban en la exposición.
Los individuos iban equipados como si fuesen trabajadores de una construcción próxima, con chalecos reflectantes, y cubriéndose la cara con las mascarillas higiénicas y gorras. No obstante, al primer impacto de maza las personas que estaban presentes por el concurrido paseo advirtieron que estaban asistiendo a un robo.
Robo de película
«Ha sido un golpe de película y al principio no te crees que puedan estar actuando de esa manera», apuntó a Periódico de Ibiza y Formentera un vecino de Vila que se encontraba a las 14.55 horas del jueves a escasos 20 metros del escenario del robo. Una vez obtuvieron los relojes y tras un mínimo instante de duda, los dos delincuentes dejaron junto a la entrada de la joyería la herramienta empleada y encaminaron sus pasos hacia la calle Ramón y Cajal. «Tras meter la mano y coger los relojes, uno de ellos le preguntó algo al otro. Hablaban español y por el acento podrían ser sudamericanos», indicó uno de los vecinos que presenció la escena junto a Can Nadal, la instalación donde se encontraban varias familias para entregar la carta a Papá Noel.
Tras dar la alarma, en cuestión de minutos se personaron en el lugar varias unidades de la Policía Nacional y Policía Local de Ibiza.
En el escaparate había más de una docena de piezas. Los ladrones tenían claro cuál era su objetivo: los dos relojes de mayor valor: cerca de 300.000 euros de botín. La Policía Nacional busca a los dos individuos y los relojes sustraídos.