A partir del próximo miércoles, día 13, y hasta el día 28 de enero, bares, restaurantes y cafeterías de la isla de Ibiza tendrán que recoger todas las mesas y sillas y solo podrán servir comida para llevar hasta las 22 horas (cuando entra en vigor el toque de queda) desde la puerta del establecimiento o mediante reparto a domicilio, que se podrá llevar a cabo hasta las 12 de la noche.
Esta nuevas medidas para frenar el avance del virus representan el cierre prácticamente total de toda la hostelería ibicenca, con unos perjuicios económicos y de empleo que buena parte de los empresarios no podrán asumir y que se añaden a la situación límite en la que se hallaba el sector desde que se iniciaron las restricciones de aforo y se prohibió la utilización del interior de los establecimientos ante el creciente aumento de los contagios en la isla.
Ante este nuevo escenario, los representantes empresariales de Ibiza expresaron ayer su preocupación y efectuaron un llamamiento unánime a las administraciones públicas, especialmente al Gobierno central, para que habilite de inmediato ayudas directas para el secor de la restauración y cuya tramitación se lleve a cabo con carácter urgente.
Para la presidenta del sector en la patronal Pimeef, Verónica Juan, «la situación se veía venir y parece que no hay otra solución que el confinamiento casi total para salir de esta tercera ola». «A nadie le gusta tener que cerrar, pero ahora es lo que debemos hacer», expresa con resignación, y recuerda que el sector lleva «diez meses reclamando al Gobierno unas ayudas que no llegan y que la Administración tiene que garantizar para que los ERTE no acaben en ERE y tengamos que presenciar unas largas colas del paro».
Suprimir impuestos
La presidenta de Pimeef Restauración, que aboga asimismo por un férreo control de las entradas y salidas de la isla por aeropuerto y puertos, pone el ejemplo de otros países europeos donde los negocios están recibiendo prestaciones del Estado prácticamente automáticas por el cese forzoso de su actividad. «Las ayudas son urgentes ahora, porque dentro de seis meses ya no servirán porque muchas empresas habrán tenido que cerrar y no podrán crear empleo; y ahora también es cuando se tienen que reducir o eliminar los impuestos y las cuotas a la Seguridad Social, porque los créditos ICO tampoco han llegado a todos», recalca Verónica Juan, que agradece las ayudas «puntuales» de las corporaciones locales, «que están ayudando algo, pero son insuficientes».
Pimeef Restauració ha decidido cancelar varias campañas encaminadas a la dinamización del sector que estaba previsto que se desarrollaran durante este primer trimestre. «Ahora solo nos queda cerrar; hay mucho cansancio en el sector y cerrará una mayoría, porque el take away tampoco es una solución para muchos restaurantes y además no tenemos arraigada esta costumbre», expresa Verónica Juan.
Agilizar las ayudas
El presidente de la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa i Formentera (Pimeef), Alfonso Rojo, reclama asimismo las ayudas directas de la Administración central y una exoneración total de los impuestos, «que ya se debería haber hecho».
«Hemos aguantado el tirón hasta ahora como hemos podido, pero si tenemos que cerrar hasta el mes de mayo ya sería algo inasumible para la gran mayoría de las empresas, por lo que es urgente que, entre otras medidas, se reduzcan los impuestos».
«Es muy importante que el Gobierno no deje abandonados a su suerte a los negocios de restauración ni a los gimnasios ni a tantas pymes que están necesitando apoyo, porque estamos ante un nuevo cierre total», afirma José Antonio Roselló, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares(CAEB), para quien las ayudas directas y todos los trámites burocráticos relacionados con las mismas deben agilizarse al máximo ante la emergencia de la situación en Ibiza, que retrocederá a la Fase 4 reforzada a partir del próximo miércoles 13.
En relación con las nuevas normas que obligan al cierre de centros comerciales no esenciales de más de 400 m² de superficie, las patronales consideran que se trata de una medida que podría afectar a algún establecimiento de la isla, aunque recuerdan que las grandes superficies de alimentación mantendrán sus horarios habituales de apertura con las correspondientes restricciones de seguridad.
Responsabilidad de todos
La presidenta de los empresarios de restauración asegura que la inmensa mayoría de los bares, restaurantes y cafeterías de Ibiza han cumplido escrupulosamente las medidas sanitarias decretadas en cada momento durante la pandemia, «pero los ciudadanos también deben colaborar: es una responsabilidad de todos y debemos cumplir las medidas a rajatabla si queremos salir de esta situación para poder retomar la actividad más adelante».
Verónica Juan admite que, en algunos casos, ha habido «mucha relajación entre ciertos clientes de determinados establecimientos, pero el dueño del bar no puede estar ejerciendo de policía a cada momento».
En el mismo sentido, tanto Alfonso Rojo como José Antonio Roselló coincidieron en la necesidad de que todos los ciudadanos «se responsabilicen al máximo» hasta que no haya una vacunación masiva que permita alcanzar la inmunidad colectiva.
«Se tiene que vacunar todo el mundo y no debería haber festivos ni turnos porque es una cuestión absolutamente prioritaria y se debe hacer de la forma más rápida posible porque la vacuna es el arma que tendremos para volver a la normalidad», añade la presidenta de los restauradores: «Es una responsabilidad de todos, incluidos los políticos, que deberían centrar sus esfuerzos en que la vacuna llegue cuanto antes a todos».