Cruz Roja de Ibiza alertó ayer que más de la mitad de las familias que atienden se ven obligadas a decidir si compran comida o calientan sus hogares.
Una situación que, según Mary Castaño, coordinadora de la organización humanitaria en la isla, «cada vez se complica más por el impacto socioeconómico de la pandemia del coronavirus». De hecho, alertan de que «si la situación socioeconómica de las familias continúa empeorando y persiste el desempleo y la falta de recursos, la pobreza energética va a ser una realidad cada vez más patente y grave para miles de familias vulnerables que no pararán de acumular recibos al no poder asumir los pagos».
En este sentido, desde Cruz Roja Ibiza se han puesto en marcha diferentes acciones que van desde la atención a necesidades urgentes a la ayuda para el pago de recibos, la entrega de kits de eficiencia energética, las llamadas de asesoramiento telefónico o la participación en talleres de ahorro doméstico.
Además, la organización ha tenido que adaptar sus metodologías para poder seguir atendiendo a las familias más vulnerables. Al no poder entrar en los domicilios ni hacer formaciones en grupo, «se están potenciando las llamadas telefónicas individuales y los webinars grupales para ofrecer consejos de buenas prácticas de ahorro energético, asesoramiento con las facturas y detectar cualquier necesidad adicional de intervención en los hogares como problemas de temperatura y confort en la vivienda».
Hasta el momento, Cruz Roja ha entregado 100 kits de ahorro energético, beneficiando a cerca de 250 personas, ha realizado 200 llamadas de asesoramiento telefónico y ha impartido un taller grupal semipresencial. También apoyó a las familias con más dificultades en el pago de suministros básicos del hogar como luz o gas entregando en 2020 cerca 21 prestaciones económicas a más de 14 familias vulnerables por valor de más de 3.466,91 euros.