El director general del Servicio de Salud de Baleares, Juli Fuster, salió ayer al paso de la denuncia que ha presentado el Sindicato de Enfermería Satse a Inspección de Trabajo contra la gerencia del Área de Salud de las Pitiusas por una presunta vulneración de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Fuster destacó que «no se han usado, en ningún caso, mascarillas sin certificación».
En este sentido, el Satse denunció que la gerencia del Área de Salud de las Pitiusas distribuye mascarillas KN95, que no tienen la certificación de la Unión Europea. Según la resolución del 28 de septiembre de 2020 de la Secretaría General de Industria, este tipo de mascarilla ya no se puede comercializar, pero sí que se puede usar si fue adquirida el año pasado. «Inspección de Trabajo dirá lo que considere; quiero insistir en que todo el personal ha tenido el material de protección adecuado y se han cumplido todos los protocolos. Estamos facilitando el material necesario y no se ha usado ningún tipo de material que no esté homologado», expresó Fuster, quien sí que reconoció que al principio de la pandemia hubo problemas con el abastecimiento de material, pero que esto se subsanó y está llegando de forma regular, por lo que no hay problemas de suministro.
La denuncia
El sindicato Satse hizo público esta semana que han llevado a la gerencia del Área de Salud de las Pitiusas ante Inspección de Trabajo por una supuesta vulneración de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. El sindicato explicó que no entienden que la Gerencia no distribuya mascarillas FFP2 con marcado CE e infrinja otras medidas de protección, como la falta de mamparas para personal sensible y embarazadas. «Estos hechos han podido contribuir al aumento de contagios entre profesionales, que en esta Área de Salud ha sido especialmente elevado», afirmaron esta semana. En este sentido, explicaron que usan mascarillas KN95, que no son FFP2. «Si no se pueden comercializar, será por algo», aseveraron desde el Satse.
El Área de Salud, desde donde no han revelado el total de mascarillas KN95 que quedan en stock, afirmaron que están cumpliendo con la normativa vigente en relación a las mascarillas FFP2 y consideraron que el sindicato interpretó mal la resolución de Industria del pasado mes de septiembre. Según esta resolución, si las mascarillas KN95 fueron adquiridas el año pasado se pueden usar, pero no se pueden comercializar. «Es, simplemente, una cuestión de certificación, no de calidad, y por tanto en el Área de Salud se cumple con toda la reglamentación vigente», expresaron.
El sindicato Satse también reclamó más transparencia e información sobre el proceso de vacunación del personal sanitario.