Si contratamos nuevos profesionales, no podemos pagar más a los que ya están trabajando». Así de clara se mostró ayer la consellera de Salud, Patricia Gómez, al ser cuestionada por el plus de residencia que pide el personal sanitario para fidelizar las plantillas. «Tenemos que analizar en cada momento la disponibilidad presupuestaria y la situación. La ciudadanía en general lo está pasando muy mal y nosotros tenemos que hacer frente a una pandemia. Para hacer frente a una pandemia, tenemos que destinar muchos recursos a contratar nuevos profesionales», defendió Gómez.
Así pues, incluir este plus de residencia no está en la hoja de ruta del Govern, al menos mientras dure esta pandemia provocada por la COVID-19. Gómez, al igual que hizo el martes en el Parlament, explicó que en los últimos años se habían recuperado derechos: «Hemos ido negociando, se han recuperado derechos. La voluntad del Govern es dar estabilidad y recuperar derechos de los trabajadores.
Tenemos que concentrarnos en consolidar los derechos que estos trabajadores tienen, hacer una calendarización y seguir negociando y valorando las posibilidades de consolidar otros derechos, pero el momento actual de crisis económica es crítico». Además, explicó que «una nómina de un trabajador público se compone de diferentes conceptos. El salario base es muy bajo y esa nómina se va incrementando con complementos.
Nosotros tenemos el plus de fidelización que pagamos este mes de febrero y se ha incrementado en el año 2016 y en 2019. Por ejemplo, un médico que lleva más de 13 años trabajando cobrará un plus de unos 5.800 euros, que son unos 2.500 euros más de los que cobraba en 2015». «No se pueden comparar los pluses de manera individual. No digo que seamos los que más cobramos, pero estamos en la me-dia alta de España en la mayoría de categorías profesionales», concluyó.