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Polémica comida en el Ayuntamiento de Ibiza

Rafa Ruiz monta a Armengol una comida en el interior del Ayuntamiento de Ibiza que sería ilegal en un local

La comida no se pudo celebrar en un restaurante al superarse el número de no convivientes por mesa

Francina Armengol, el pasado lunes a las 16.11 horas, a su llegada al Recinto Ferial directa de la comida de Can Botino. | Daniel Espinosa / Periódico de Ibiza y Formentera

| | Ibiza |

Francina Armengol lo ha vuelto a hacer. 159 días después de generar «desconcierto», «trasladar, de forma involuntaria, una imagen de relajación social» y «no adecuada», según sus propias palabras cuando pidió perdón por incumplir el horario de cierre que había decretado el propio Govern en el bar Hat, la presidenta del Govern celebró el pasado lunes junto a ocho personas más una comida privada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Ibiza dando un nuevo puntapié a todos los llamamientos a la prudencia y a la responsabilidad individual.

La cita fue convocada durante el fin de semana por la jefa de protocolo del Ayuntamiento de Ibiza, Lourdes Roig, a petición, obviamente, del alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz. El único punto del orden del día: las ayudas del Gobierno.

Al encuentro asistieron además de la propia Armengol y el anfitrión, el conseller de Movilidad y Vivienda y secretario general de la Federació Socialista d'Eivissa (FSE), Josep Marí Ribas Agustinet, y los siguientes empresarios: el vicepresidente de la asociación hotelera de Sant Antoni y promotor de eventos deportivos Juanjo Planells; la distribuidora de bebidas Laura Miró; el presidente de la Federación Insular del Taxi de Ibiza, Antoni Riera; Vicente Ventura, director financiero para Europa de Palladium Hotel Group; Juan Riera, Juanito, de Can Alfredo; y el presidente de la Pimeef y también distribuidor, Alfonso Rojo.

Patada al BOIB
La cita se produjo poco más de 48 horas después de que el BOIB publicara las restricciones que se mantendrán en Ibiza hasta el 11 de abril en virtud de la Fase 3 reforzada.

Además de las consabidas restricciones a la hostelería (mesas de cuatro personas de un máximo de dos grupos de convivientes exclusivamente en el exterior y hasta las 17 horas), el acuerdo del Consell de Govern del viernes 12 indica en el apartado c del punto 4 (el de las restricciones para la isla de Ibiza) sobre las Medidas en el ámbito de desarrollo de la actividad laboral, profesional o funcionarial: «El desarrollo de la actividad laboral o funcionarial se ha de llevar a cabo preferentemente en régimen de teletrabajo, siempre que este régimen de prestación no sea incompatible con las características del lugar de trabajo. Se recomienda evitar reuniones de trabajo o profesionales hechas de forma presencial».

No se podría haber hecho
La reunión se celebró el mismo día que se abrió tímidamente la hostelería. ¿Por qué no se celebró en un restaurante?

Primero porque se tendría que haber hecho en el exterior. Y segundo, porque no se podría haber celebrado, ya que en cada una de las tres mesas se reunieron personas de tres grupos de convivencia cuando están permitidos dos.

Armengol llegó a Can Botino alrededor de las 14 horas después de haberse desplazado a Formentera para presentar junto a la presidenta del Consell, Alejandra Ferrer, el paquete de ayudas aprobado por el Gobierno el pasado viernes.

Y antes de la visita institucional, junto al presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, Rafa Ruiz y otras autoridades al Recinto Ferial donde se había puesto en marcha horas antes la vacunación mal llamada masiva y, obviamente, también antes de la reunión con los agentes sociales que se celebró en el Consell d'Eivissa después. Curiosamente, Alfonso Rojo también estuvo en esta reunión celebrada en la sede del Consell d'Eivissa.

En el encuentro del Consell, Francina Armengol se mostró inflexible ante la petición de las patronales de revisar las medidas de restricción que habían entrado en vigor entre el sábado y el mismo lunes a los 15 días como venía siendo habitual, en lugar de al cabo de un mes como se ha publicado.

Fuentes del Consell d'Eivissa aseguraron ayer a Periódico de Ibiza y Formentera no haber sido invitados a la comida del pasado lunes, de la que, añadieron, no tenían conocimiento, ya que en la agenda institucional enviada desde Protocolo de Presidencia aparecía que a las 14 horas la presidenta tenía una «comida privada».

Desde Presidencia del Govern balear echaron balones fuera y se limitaron a señalar ayer que «además de los tres actos públicos del lunes en Formentera e Ibiza de los que se informó en la agenda, la presidenta únicamente participó en una reunión privada en el Ayuntamiento de Ibiza» y trasladaron al Ayuntamiento la responsabilidad de ampliar la información.

Silencio de Rafa Ruiz
Este diario trató sin éxito de contactar con Rafa Ruiz. Desde el gabinete de prensa municipal, se refirieron a la comida como una «reunión de trabajo» e insistieron en que se cumplió «todo el protocolo sanitario».

«Aprovechando que la presidenta tenía un espacio de tiempo libre aprovechamos para hacer una reunión con un grupo de personas cumpliendo con todas las recomendaciones sanitarias».

El encuentro se convocó con el máximo sigilo y tampoco fue incluido por los departamentos de prensa ni de Presidencia ni de Movilidad y Vivienda ni del Ayuntamiento de Ibiza en las agendas de la jornada.

El alcalde, Rafa Ruiz, quien se prodiga en las redes sociales y suele colgar las reuniones institucionales en su cuenta de Twitter, optó por no desvelar la cita, al contrario del encuentro que mantuvo minutos antes con el conseller de Movilidad y Vivienda, que fue difundida en sus redes, lo que motivó, por otra parte, el enfado del teniente de alcalde de Movilidad, Vivienda y Promoción Económica, el podemita Aitor Morrás.

Obviamente, ni Armengol, ni Rafa Ruiz ni Marí Ribas querían que se conociera una cita que vuelve a poner en entredicho la credibilidad de los mensajes institucionales de unos gobernantes que celebran una comida intrascendente y absolutamente prescindible, que bien se podría haber resuelto en un nuevo encuentro virtual, con personas de nueve grupos de convivencia en un recinto cerrado el mismo día que se abre tímidamente la hostelería, pero solo en las terrazas y con fuertes restricciones.

De hecho, una reunión de este tipo en un restaurante no se habría podido celebrar, ya que el interior está cerrado a cal y canto. Tampoco se habrían podido sentar en la misma mesa Armengol, Rafa Ruiz y Agustinet, ya que solo están permitidos los encuentros de dos grupos de convivencia. Contradicciones que enojan a los profesionales que no pueden abrir. Y con razón.

Según han relatado a Periódico de Ibiza y Formentera varios de los asistentes al encuentro, el contenido del mismo se limitó a explicar el plan de ayudas y a recoger la opinión de los asistentes sobre el mismo, es decir, exactamente lo mismo que se produjo horas después en el salón de plenos del Consell d'Eivissa.

Los empresarios valoraron positivamente la lluvia de millones, alertaron del peligro de crear falsas expectativas y reclamaron celeridad, ya que es urgente que los millones pasen de los titulares de prensa a las cuentas corrientes de las empresas.

Los asistentes se sentaron en los escaños de los concejales manteniendo la distancia de seguridad y cumpliendo con la obligación de llevar mascarilla salvo en el momento de comer o beber.

Los tres políticos se sentaron en la misma mesa. En las otras dos se sentaron, por un lado, Juanjo Planells, Laura Miró y Juan Riera, y por otro, Toni Riera, Vicente Ventura y Alfonso Rojo.

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