Baleares aprobó ayer en el Consell de Govern extraordinario el cierre perimetral de la Comunidad entre mañana y el 11 de abril. Inicialmente, el Ejecutivo puso sobre la mesa la posibilidad de cerrar también de manera individual cada una de las islas, una medida que fue rechazada por las patronales y los consells insulares, así que durante este periodo sí estarán permitidos los viajes interislas.
Estas medidas son vistas con buenos ojos por los principales actores políticos y económicos de las Pitiusas. Desde el Consell d'Eivissa, el presidente, Vicent Marí, destacó que «nadie era partidario de un cierre perimetral de las islas, que no se había anunciado cuando se habló de las restricciones. Con incidencias tan bajas, era una medida fuera de contexto. No se justificaba con los datos sanitarios actuales».
Por contra, para el presidente, «el cierre perimetral de la Comunidad es una obviedad porque el resto de las comunidades sí están perimetradas». «Así se garantiza que se hagan controles en destino y que no llegue gente sin motivos justificados. Es una medida adecuada de prevención», razonó.
Turismo internacional
Por otro lado, desde Formentera también ven con buenos ojos el cierre perimetral de las Islas, pero fueron un pasito más allá y solicitaron que este cierre también se aplique a la movilidad internacional, algo que no depende del Govern y sí del Gobierno central. El Consell de Formentera pidió el cierre a los vuelos internacionales evitar que lleguen turistas extranjeros a la islas durante la Semana Santa.
Según informó ayer la institución insular en un comunicado, la presidenta, Alejandra Ferrer, remitió una carta dirigida al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para pedir el cierre internacional.
Ferrer señaló que la gente «está cansada» y necesita que los políticos sean «coherentes» en sus decisiones, que «no pueden suponer un agravio comparativo».
Para la presidenta de Formentera, «no tiene sentido que España esté completamente paralizada pero los visitantes internacionales puedan viajar de manera normal y venir de vacaciones cuando en las comunidades hay muchísimas restricciones».
En cuanto a los viajes dentro de Baleares, Ferrer pidió «mucha responsabilidad» a los ciudadanos a la hora de respetar las normas sanitarias para «evitar una nueva ola».
Preocupación por Reino Unido
También desde las patronales de Ibiza se manifestaron en una línea similar. El gerente de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera, Manuel Sendino, se mostró resignado ante una Semana Santa que saben desde hace tiempo que está perdida.
Aún así, desde la Fehif calificaron de «contradictorio» que puedan «venir turistas extranjeros, mientras que no están permitidos que vengan vuelos nacionales aunque sean de territorios con incidencias mucho mejores».
Para Sendino que tiene puestos sus ojos en el verano la movilidad dentro de la Comunidad servirá para dar un poco de sensación de libertad a la gente. Además, sobre la llegada de vuelos internacionales, recordó que el mercado alemán es débil en Ibiza.
Si mostró cierta preocupación por las noticias que llegan desde el Reino Unido, donde su gobierno multará con 5.000 libras (unos 5.800 euros) a las personas que se vayan de vacaciones. «No es bueno porque da sensación de inseguridad. Allí están muy avanzados en la vacuna y ahora decretan esto que puede hacer dudar a la gente de si es seguro o no».
Un sentimiento que comparte el responsable de la CAEB en las Pitiusas, José Antonio Roselló. Este calificó de «noticia muy grave» esta restricción de Reino Unido ya que puede influir en el futuro. «Lo único bueno que han hecho los ingleses en lo relativo a la COVID-19 es el proceso de vacunación. El resto es un desdecirse continuo así que espero que esta norma la vuelvan a levantar».
Para Roselló uno de los principales problema que está habiendo en la política nacional e internacional es este cambio de normas. «No es algo que esté ocurriendo solo en España o en Baleares. Merkel acaba de desdecirse también. Los gobiernos están dando muchos vaivenes y se está creando mucha incertidumbre y una sensación de inseguridad muy peligrosa y me preocupa el efecto que pueda tener en la economía», resumió.
Optimismo en el Consell
Sobre esta situación con el Reino Unido, principal mercado de Ibiza, Vicent Marí quiso ser cauto: «Soy optimista. En Gran Bretaña la vacunación está avanzando a buen ritmo y espero que esta medida de las multas se revise. Debemos mantener las esperanzas de que en junio se puedan iniciar los vuelos con el mercado británico. El año pasado no lo tuvimos y este año confío en que sí».
«Lo prioritario es preservar la salud de las personas, pero desde un lado económico, como destino turístico, debemos tener una incidencia muy baja de cara al inicio de la temporada. Lo importante es avanzar en la vacunación y mantener unos controles estrictos en los puertos y aeropuertos», concluyó Marí.