La Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (FEHIF) vaticina que esta temporada se registrarán numerosas reservas en el último momento debido a la incertidumbre de la situación actual, lo que lleva a muchos turistas a ir aplazando sus planes de vacaciones antes de confirmar el alojamiento. Este fenómeno ya se reprodujo el verano pasado, cuando los hoteles que abrieron durante unas semanas en julio y agosto recibieron un aluvión de reservas efectuadas apenas dos o tres días antes.
El porcentaje de reservas que se realizarán in extremis es difícil de pronosticar, pero la experiencia del año anterior y la tendencia que están detectando los escasos establecimientos que permanecen abiertos en las Pitiusas permite aventurar que las reservas last minute serán una tendencia generalizada esta próxima temporada. Y a esa dinámica deberán adaptarse los empresarios, lo que entraña una dificultad añadida a la hora de realizar previsiones y planificar los recursos. Porque ya nada será como en 2019 o en los años precovid, cuando las reservas para el verano se realizaban en pleno invierno y cuando un hotel que abría sabía casi con exactitud cómo se iba a desarrollar el negocio.
En la actualidad, la esperada nueva normalidad en el sector está representada por la treintena de establecimientos que estarán abiertos esta Semana Santa en Ibiza y Formentera, un nimio 5% de los 539 asociados a la FEHIF, que gestionan un total de 77.000 plazas hoteleras. En el popular buscador Booking.com también se puede comprobar cómo estos días festivos apenas aparecen, en total, 68 propuestas de alojamiento en las Pitiusas, entre apartamentos, agroturismos, hostales, hoteles, villas o casas vacacionales, que no forman parte de la FEHIF.
«En las actuales circunstancias, esta Semana Santa no se da la mejor situación para reactivar la planta hotelera. El mes que tenemos marcado para el arranque es mayo, y poco a poco se empezarán a abrir todos los establecimientos», expresó ayer la presidenta de la FEHIF, Ana Gordillo, que puso de relieve que la ausencia de vuelos nacionales, y sobre todo internacionales, provoca que no puedan venir los turistas, «y sin vuelos no tenemos nada que hacer», concretó Gordillo, que puso como ejemplo la programación de vuelos de este mismo martes, cuando solo hubo ocho llegadas a Ibiza, y de éstas sólo una procedía del extranjero, concretamente de Suiza.
«Las perspectivas son que en mayo habrá movimiento y que en junio, ojalá, podremos tener un buen comienzo de temporada, pero todo esto son suposiciones porque todo dependerá de las restricciones y la situación de los países emisores», explica la presidenta de los hoteleros pitiusos, que recuerda que, hasta el 9 de mayo, fecha en la que está previsto el levantamiento del estado de alarma, «no se conocerán las restricciones concretas que habrá ni los controles que habrá en puertos y aeropuertos o si habrá toque de queda o no. Está todo en el aire y estamos muy pendientes».
«Tenemos muchas ganas de abrir y estamos convencidos de que esta temporada iremos recuperando el terreno. Estamos acostumbrados a trabajar siempre y no podemos estar dos años sin trabajar. Sería muy duro. Hay muchas ganas de volver a la actividad y que no nos pase como el año pasado, que solo se pudo abrir unos días por las restricciones en otros países», añadió Ana Gordillo, que recalcó que las administraciones públicas «están ayudando y hacen un gran esfuerzo porque son conscientes de que no podemos pasar otra temporada en blanco».