La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) tenía ya conocimiento en 2011, cuatro años después de la adjudicación de la concesión del puerto deportivo Marina Ibiza a la empresa Servicios Marítimos Ports d'Eivissa S.L. (SEMAR), de que la concesionaria había incumplido el pliego de condiciones y había ejecutado una serie de obras que no estaban permitidas y optó por mirar hacia otro lado.
Según las bases elaboradas en 2004 por la APB, en la zona que delimita la concesión que finalmente adjudicó a Marina Ibiza «no podrán aumentarse los volúmenes de edificación existentes en la actualidad, ni modificar la ubicación de las edificaciones aunque se conserven los volúmenes, pero sí se podrán suprimir».
Además, en este mismo documento la Autoridad Portuaria especificaba el estado en que se encontraban en aquellos momentos las instalaciones y los edificios existentes con su correspondiente superficie.
El total de todas las edificaciones con las que contaba Marina Ibiza ascendía a 1.716,01 metros cuadrados, de los que 670 metros cuadrados correspondían al denominado Club Social (actual restaurante Lío) y 274,37 metros cuadrados a locales comerciales. El resto de edificaciones eran oficinas, Capitanía Marítima, almacenes y edificios auxiliares.
Sin embargo en el año 2011, en un documento aprobado por el Consejo de Administración de la APB bajo el título Acta de reconocimiento de las obras del concurso público de explotación de puestos de amarre en la ribera norte del puerto de Eivissa y que obra en poder de este periódico, el número de metros cuadrados correspondiente a las edificaciones se había incrementado a 1.857,25, lo que equivale a 141,24 metros cuadrados más de lo que incluían las bases elaboradas por la Autoridad Portuaria y que, según el pliego de condiciones, no se podía incrementar.
Porcentualmente hablando, se registró en un período de cuatro años (la concesión arrancó en 2007) un incremento en la edificabilidad del 8,23%.
Además, entre el documento inicial de las bases del concurso, elaborado en el año 2004, y el otro documento oficial de la Autoridad Portuaria correspondiente al acta de reconocimiento de las obras que el Periódico de Ibiza y Formentera ha cotejado no coinciden ni la suma de los metros cuadrados edificados ni los edificios existentes, de lo que se deduce que hubo aumentos de volumen y traslados ya desde los primeros años de la concesión.
Estas edificaciones que hay de más en la actualidad en comparación con las que había al inicio de la concesión, como ya informó en la edición de ayer el periódico, ni tienen licencia de obra, ni tienen licencia de actividad ni están amparadas por la propia concesión otorgada por la APB.
Esto ocurre con los 67,9 metros cuadrados del restaurante Calma, que al inicio de la concesión era un pequeño depósito de gasoil, los 137,54 metros cuadrados del Capuccino Grand Café, los 159,45 metros cuadrados de los comercios, los 326,72 metros cuadrados del supermercado Oh y el espacio ocupado por el restaurante Roto que no aparece en 2011 aún.
Este rotativo realizó todas estas comprobaciones a través de ortofotos, fotografías aéreas y de satélite de Google Earth. Merced a esto este rotativo identificó seis construcciones que se han levantado en Marina Ibiza desde el año 2006 sin que pudieran tener licencia y sin que haya constancia de que el Ayuntamiento de Ibiza de ninguna de las épocas afectadas haya abierto procedimientos de disciplina urbanística contra los infractores.
Entre los años 2009 y 2014 se construyeron una serie de edificaciones, tres en total, en las que en la actualidad hay establecidas una serie de boutiques de lujo como las de Dior, Bulgari, Hublot, Tag Heuer y Dolce & Gabbana.
Entre los años 2008 y 2014 un pequeño depósito de gasóleo pasó a ser el restaurante Calma. Una construcción que tampoco estará ajustada a la legalidad puesto que se hizo sin la preceptiva licencia de obras y, por lo tanto, tampoco puede disponer de la necesaria licencia de actividad para operar.
También entre los años 2008 y 2014 una mínima edificación pasó a convertirse en el Capuccino Grand Café y en el año 2019 se construyó el restaurante Roto.
Ante esta situación el actual equipo de gobierno de Ibiza, encabezado por el socialista Rafa Ruiz, se ha negado sistemáticamente a contestar a las preguntas de este periódico.
Desde Ciudadanos su portavoz en el Ayuntamiento de Ibiza, José Luis Rodríguez Poblador, fue muy contundente y calificó de «auténtica vergüenza» la situación urbanística del puerto de Ibiza.
Recordó a su vez que «tanto PP como PSOE han tenido oportunidad de solucionarlo y no lo han hecho» y manifestó su convencimiento de que «hay un acuerdo verbal, o al menos no notarial, con la Autoridad Portuaria para hacer lo que le convenga en cada momento a cada uno».