La propuesta rechazada en el Pleno del pasado jueves por los partidos de izquierdas y su socio Joan Torres, de El PI, pretendía dividir en dos el área de Urbanismo para dotarle de una mayor agilidad.
En dicha propuesta se prescindía de la plaza de jefe de Urbanismo y se creaban dos áreas diferenciadas: una técnica y otra jurídica.
La primera de ellas estaría dotada con dos arquitectos, dos aparejadores, un inspector de actividades, un técnico de actividades, un delineante y un celador.
La segunda área, la jurídica-administrativa, estaría formada por un Técnico en Administración General (TAG), en este caso jurista y que estaría encargado del departamento, dos administrativos y dos auxiliares administrativos.
Esta remodelación del área de Urbanismo se encargó a una empresa externa que lleva muchos años trabajando con el Consistorio, por lo que no ha influido para nada en su elaboración ningún cargo político actual.
Hay que recordar, además, que la actual organización viene de la relación de Puestos de trabajo del año 2004.