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Historia

El alcalde perdido de Sant Josep

Sant Josep tiene nuevo alcalde. Lo fue hace 85 años, pero no se le ha reconocido hasta ahora

Del ayuntamiento a la cárcel. ‘Cardonet’ (en la foto de la izquierda) pasó por distintas cárceles, la de Mallorca, la de Ibiza (foto derecha), y por la colonia penitenciaria de Formentera. Pero pudo dedicar su vida a su oficio de maestro de obras que aprendió en su estancia en Cuba a principios de siglo.

| Ibiza |

Toni Tur Cardona es nieto de Toni Cardona, de Can Cardonet, en Sant Jordi. Lleva unos años indagando en la historia de su abuelo de quien se decía, sólo en la familia y en voz baja, que había paseado el bastón de mando de Sant Josep en alguna ocasión. Sus investigaciones han dado la razón a lo que parecía ser un rumor familiar: el abuelo fue alcalde.

'Cardonet'
Toni Cardona Cardonet era el mayor de ocho hermanos, por lo tanto el hereu de Can Cardonet, una gran finca que abarcaba buena parte del norte de Sant Jordi. Su nieto achaca más a sus «ganas de superación» que a la necesidad la decisión de Cardonet de irse a Cuba a principios de los años 30, tal como hicieron cientos de ibicencos a principios del siglo pasado. «A él lo de ser payés no le acababa de hacer», cuenta su nieto.

Toni Cardona Riera, ‘Cardonet'. El nieto de ‘Cardonet', Toni Tur Cardona, ha recopilado decenas de documentos para reconstruir la vida de su abuelo. Unos documentos en los que ha podido constatar que Cardonet' fue alcalde de Sant Josep por un breve espacio de tiempo durante los meses de convulsión política antes del estallido de la Guerra Civil española.
Fotos: ARCHIVO FAMILIA ‘CARDONET'

Cuba
En La Habana, aparte de aprender el oficio al que le dedicaría el resto de su vida, maestro de obra, aprendió sobre política. Y es que Cardonet vivió la Revolución Rusa desde Cuba.

En La Habana desarrolló su oficio de maestro de obra y vivió bien, bastante mejor de lo que vivía en Ibiza. «Venía de aquí que comían carne roja muy de vez en cuando y se ve que en Cuba podía comer carne a diario», cuenta Tur, de manera que los problemas de salud derivados del ácido úrico le obligaron a volver a su Ibiza natal.

Política
Ya de vuelta a casa, Cardonet se dedicó al oficio que había perfeccionado en Cuba y participó en la construcción de edificios como el Cine Serra a mediados de los años 20.

Pero no sólo volvió de Cuba con un oficio bajo el brazo. Volvió con unas ideas políticas claras, de izquierdas, que le llevaron a militar en distintos partidos y que no tardaron mucho tiempo en darle problemas. Un artículo en la revista anarquista Expansión le llevó a la cárcel por primera vez, tal como aseguran las investigaciones de su nieto.

Salió de la cárcel de Mallorca las navidades de 1935, justo para preparar las elecciones de febrero de 1936 en las listas de una coalición de izquierdas militando en la Izquierda Republicana de Azaña. La coalición de izquierdas no logró ganar esas elecciones en Sant Josep. Fue el 19 de marzo del revuelto 1936 cuando una orden del Gobierno de Madrid obligó a poner a una junta gestora de izquierdas a los mandos del Consistorio josepí. Junta gestora en la que, en principio, Cardonet fue segundo Teniente de Alcalde. Vicent Marí Xic, estaría a la cabeza de la gestora como alcalde hasta el golpe de estado del 18 de julio, una semana después del cual llegó a Sant Josep una carta en la que el comandante Julio Mestre cesaba la comisión gestora y Juan Serra, de Cas Serres, volvió al puesto de alcalde que le otorgaron las urnas. Serra moriría asesinado dos meses después en el Castillo.

Toni Tur Cardona en su casa, Can Cardonet, rodeado de la documentación que ha llegado a recopilar sobre su abuelo. Foto: TONI P.

Alcalde
«En este momento hay un movimiento de partidos en la coalición de izquierdas que no llegamos a conocer», reconoce Toni Tur, pero el hecho es que «tras el desembarco republicano en Pou d'es Lleó el 9 de agosto, el general Bayo restituyó la junta gestora». Y ése es el momento en el que Tur defiende que su abuelo Cardonet se convirtió en alcalde.

Así se refleja en los documentos que Toni Tur ha ido recopilando en su investigación, según los cuales Toni Cardona Riera Cardonet fue «gestor, presidente de la junta gestora o alcalde (las tres definiciones se referirían al mismo puesto) de Sant Josep desde el 10 de agosto hasta el fatídico 13 de septiembre de 1936». Los documentos también nombran a Cardonet con distintos errores, Tur apunta que en algunos se refieren a él con el apodo de Joaní (que era la casa donde nació),o en otros también se le nombra Joan y no Toni por error.

Huida
Tras la masacre perpetrada en el Castillo el 13 de septiembre de 1936, Cardonet se reunió con los dirigentes de izquierdas en Can Petit antes de huir a Castellón. Su huida de las tropas nacionales le llevó a refugiarse a Valencia, con el Gobierno central. Cuando éstas llegaron a Castellón y al acabar la Guerra volvió a casa. Era el 20 de abril de 1939. El 21 de abril fue detenido en su propia casa.

Cárcel
El Consejo de Guerra se celebró el 5 de diciembre de 1941 y la condena fue de 30 años de cárcel. Fue acusado de adhesión a la rebelión. «Es curioso por que quienes se rebelaron fueron ellos», apunta Toni Tur, pero también por la «destrucción y saqueo de la iglesia de San José» y por ser «uno de los tres elementos comunistas más destacados del pueblo de San José de tal modo que durante la invasión marxista intervino como principal dirigente (…)» o por «ser un miliciano armado que intervino en incautaciones», según reza la documentación de la sentencia.

La mayoría de los años que pasó preso los pasó en Mallorca, pero Tur cuenta que también estuvo en el campo de concentración que Franco instaló en Formentera. Cuenta el nieto que los conocimientos de construcción de su abuelo le llevaron a montar y desmontar la colonia penitenciaria de la Savina, por lo que Cardonet habría pasado los tres años de actividad de este centro.

Libertad
La libertad provisional le llegó el día 31 de marzo de 1944. Una libertad que le permitió, por fin, volver a casa antes del indulto total que se le otorgó en 1946. La fiesta que se celebró para darle la bienvenida todavía se comenta en la familia Cardona. También se comenta como muchos de los que acudieron a recibir a Cardonet y mostrarle sus respetos habían estado haciendo la vida imposible a su esposa por eso de ser «la mujer de un rojo».

Desde entonces, la vida de Cardonet se limitó a su profesión y su vida e inquietudes políticas quedaron enterradas en el cajón del silencio obligadas por la dictadura, hasta que su nieto ha decidido volver a sacar la memoria de Cardonet a la luz.

‘Cardonet' ya salvó la campana de Sant Josep en 1936
Según la «declaración indagatoria del procesado Antonio Cardona Riera, Cardonet», tal como reza el documento, ante la pregunta de si «juntamente con otros indivíduos ordenó e intervino en la destrucción de altares y mobiliarios de los templos», el encausado contestó que «no es cierto (...) que ordenara ni interviniera en la destrucción de iglesias , pues lo único que hizo fue bajar la campana del campanario de San José para evitar que los que habían destruido la iglesia destruyeran también la campana tirándola desde arriba, que una vez bajada la dejó frente a la casa del cura párroco no preocupándose más de la misma».

Este texto arrojaría luz ante una discusión sobre la campana de la iglesia de Sant Josep que hoy reposa en ese mismo lugar que Cardonet asegura en su testimonio haberla dejado. Si bien los expertos coinciden en que durante esas fechas la campana de la iglesia acabó en el suelo, no estaban claras las razones por las que la campana dejó de estar en su campanario.

Por un lado, una de las teorías defiende que la campana fue arrojada desde el campanario al suelo por quienes atacaron la iglesia en el año 1936. Por otro lado, hay quien defiende que sí, que la campana cayó, pero que fue a causa del abandono de la estructura que la ancla a su campanario.

Lo que no queda a nadie claro es cómo podría haber sobrevivido la pesada estructura metálica de la campana una caída desde esa altura, y que no hayan quedado cicatrices del hecho en la estructura de la iglesia.

Lo que sí parece coherente es que solo un experto maestro de obras sería capaz de organizar toda la logística necesaria para descolgar una estructura de las dimensiones y el peso de esta camapana de 1910.

Esto daría sentido y coherencia a las afirmaciones del entonces reo en su declaración de inocencia.

Esta misma campana fue rescatada de nuevo, esta vez de la fundición, a principios de los años 90 por Bernat de Can Vinya y por Vicent de Sa Plana.

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