El veterano ceramista ibicenco Toni Marí Frigoles ha recibido muchos premios y reconocimientos en sus más de 85 años de vida. Sin embargo, ayer en el Instituto Sa Blanca Dona de Ibiza estaba tremendamente emocionado al ver el mural que han elaborado un grupo de estudiantes de 1º de la ESO inspirándose en una de sus tradicionales baldraques junto a una serie de palabras ibicencas que están prácticamente en desuso.
Según explicó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera el profesor de catalán y tutor del grupo, Alberto Belda, la idea de hacer este emotivo mural surgió a raíz de un taller de barro que impartió, María José, la hija del ceramista aprovechando que el nieto de Frigoles Kenay da clase en el centro. Tuvo tanto éxito que se acabaron involucrando otros departamentos como Geografía e Historia o Música y Catalán. Precisamente fue Belda quien decidió proponer a las familias que aportaran las suyas tras descubrir un cuaderno del propio artista donde recogía palabras ibicencas que ya no se usaban tanto.
Una vez que se tuvieron las que se consideró oportuno se llevó a cabo una selección mediante una asamblea por parte de los alumnos, centrándose fundamentalmente en las que están dentro del ámbito de la adolescencia. Finalmente escogieron términos como sipar·se, garrit, xitxarel·lo, xerec, sous, cocó, oís, born, agalipar, així mateix, fonyar, güelo, nic, vellmarí o emmariolar·se.
Los alumnos junto a la hija del ceramista. Foto: Arguiñe Escandón.
Después, se decidió plasmar todo en un mural con la ayuda de Marta Yanini, profesora de dibujo del centro. Según aseguró Alberto Belda «al principio la idea era que las palabras surgieran del cielo a través de elementos típicos de la iconografía ibicenca» pero finalmente Yanini aconsejó hacer «algo más sencillo pero a la vez más impactante» en el que la baldraca tradicional de Toni Marí Frígoles fuera la gran protagonista.
Dos semanas de trabajo
El proceso de elaboración del mural ha llevado unas dos semanas y en él se involucraron directamente, además de la propia Yamini y el propio Alberto Belda, unos diez estudiantes de 1º de ESO.
Según la profesora de dibujo todos ellos se lo han tomado muy en serio porque el proceso no ha sido sencillo. Y es que una vez pensada la idea sobre la que iba a girar el mural, tanto ella como su compañero profesor de catalán acudieron una noche al centro para llevar a cabo los primeros pasos, consistentes en los bocetos previos de la silueta de Dalt Vila, los edificios más característicos de la ciudad y por supuesto una baldraca como las que hace Frígoles y sobre la que gira toda la composición del mural «sin perder en ningún momento la esencia ibicenca de la idea».
Para ello se hicieron cuadrículas para que a los estudiantes les resultara luego todo más fácil y se compraron una serie de plantillas para que las letras de las palabras quedaran mejor. Luego se empleó pintura para exteriores y finalmente llegó el toque final, la firma ayer por la mañana del propio ceramista ibicenco con un rotulador especial en el interior de la gran baldraca.