La cantidad de agua desalada producida en Ibiza disminuyó un 12% entre 2019 y 2020 debido a la situación sanitaria, según señaló la Alianza por el Agua de Ibiza y Formentera, que reclamó la necesidad de revertir el modelo de explotación y que las aguas subterráneas sean empleadas en los casos en los que las desaladoras no alcancen a cubrir la demanda.
En un comunicado, la entidad explicó que los datos recopilados por la Alianza para el Informe 2020 del Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation ponen de manifiesto que la cantidad de agua desalada producida entre 2015 y 2020 se incrementó en un 26%.
Debido a la situación ocasionada por la covid, el año pasado se registró una disminución en la producción de agua desalada con respecto a 2019.
Pese a ello, la compra de agua desalada en 2020 fue superior a la de 2018. Así, en Ibiza durante el año pasado se compró un 12% menos de agua desalada que en 2019.
En lo que se refiere a la producción mensual en Ibiza, en 2020 ésta mostró una disminución mes a mes con respecto a lo producido en 2019. De esta forma, en 2020 se registró el máximo producido en los últimos cinco años durante los meses de enero a marzo, mientras que en abril el volumen producido fue el menor de los últimos tiempos debido a la pandemia.