Las centrales eléctricas de Ibiza y Menorca dejarán de utilizar fuel en sus grupos de generación de energía diésel, en los que podrán usar sólo gasoil. La dirección general de Energía y Cambio Climático del Govern está en conversaciones con el Ministerio de Transición Ecológica para que se pueda hacer efectivo este cambio en los próximos meses.
«Seguimos hablando de un combustible fósil, pero con un impacto menor sobre el medio ambiente. Es una medida que puede llegar a corto plazo, esperamos que este mismo año. Los motores de gas seguirán funcionando como base, por lo que seguirán siendo los más utilizados», explicó el director general del área, Josep Malagrava.
El cambio, sin ser la panacea, sería importante. El fuel es un combustible que se extrae del residuo del crudo después de haber obtenido el resto de fracciones. Se trata del producto del petróleo que contiene un mayor número de átomos de carbono y el que da un mayor porcentaje de cenizas en la combustión porque tiene los componentes más pesados.
El gasóleo es la fracción que se usa para motores tipo diésel. Es un combustible más refinado y con menos sustancias pesadas.
La Comisión de Medio Ambiente de las Illes Balears, ya ordenó en 2018 que el fuel se dejase de utilizar en Ibiza a partir de 2019, pero la medida no se llegó a implementar. «Ahora hay conversaciones para cambiar fuel por gasóleo con el Estado, muy encaminadas. Además en breve se revisará la autorización ambiental integrada de la central y será un buen momento para ponerlo por escrito además de seguir con las gestiones con el Ministerio», indicó Malagrava.
Actualmente la central de Ibiza cuenta con cinco turbinas de gas operativas, cuatro grupos diésel MAN que funcionan con gas y dos grupos B&W que funcionan con fuel o gasoil. El año pasado se utilizaron los grupos de gas aproximadamente 7.500 horas y los grupos diésel en torno a 170 horas, en un año atípico en el que descendió notablemente el consumo eléctrico.
Sin embargo este año los grupos B&W se han puesto en marcha en las últimas semanas a niveles de 2019. A pesar de que la central tiene la mayoría de sus grupos de generación de energía con gas y que los cuatro grupos MAN diésel están adaptados al uso de gas, los grupos B&W funcionan con regularidad.
Los picos de demanda en verano generan la necesidad de utilizar la fuente de generación más contaminante, pero también la normativa actual obliga a contar con horas de uso por un criterio puramente económico.
Desde Red Eléctrica Española, el operador que organiza la puesta en marcha de los generadores, explican que la operativa de los sistemas eléctricos no peninsulares está regulada en el decreto 738/2015, un texto que da prevalencia en primer lugar a las fuentes de generación renovables, pero, a continuación, a las fuentes o tecnologías más baratas. En Ibiza no hay renovables y lo más barato, con los precios del gas en alza, es el uso de los grupos diésel alimentados por fueloil.
Una situación poco deseable en el archipiélago balear, que está dando un fuerte impulso a la transición energética y la lucha contra el cambio climático.
El director general de Energía explica que desde el Govern se intentó que se incluyera un condicionante o criterio ambiental, en una orden de despacho posterior al decreto, para dar margen de maniobra frente al criterio exclusivamente económico. Algo que no se consiguió. «Estamos condicionados por este tema. Si el Estado establece que se trabaje con un criterio económico, desgraciadamente debe ser así», lamenta Malagrava.
Hacia las emisiones cero
Si bien dejar de usar fuel en las centrales eléctricas supondría un avance hacia la reducción de emisiones, Malagrava apunta que el Govern quiere seguir trabajando con la meta más ambiciosa: llegar a las emisiones cero.
«No sólo hay que descarbonizar. El gas es una fuente menos contaminante, pero sigue teniendo emisiones. Por tanto hay que trabajar para llegar a tener unas Islas que no generen emisiones», explica, recordando el reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC en sus siglas inglesas) en el que se da por demostrado el impacto de la actividad humana en el calentamiento global y las graves consecuencias que tendrá en las próximas décadas.
Dicho esto, recuerda que actualmente Ibiza se abastece de energía a través del cable que conecta con Mallorca y a su vez con la Península, lo que implica que la mitad de la energía tiene un alto volumen de renovables. En cuanto a la energía que se genera en Ibiza señala la necesidad que existe de cubrir la demanda eléctrica de la isla. «Si hubiese un criterio más ambiental, en algún punto se podría poner más potencia a los grupos de gas pero tampoco mucho más. Llegaría un nivel de demanda en que los grupos diésel tendrían que encenderse para dar cobertura a la demanda energética que tiene la isla».
Así, Malagrava señala dos problemas importantes en Ibiza: la falta de renovables y el aumento de la demanda energética. Por ello el trabajo es doble, se tienen que instalar generadores de energía renovables pero a la vez se tiene que reducir el consumo energético de la población, hacerlo más eficiente y cambiar hábitos. «Si no reducimos nuestro consumo energético con un crecimiento poblacional constante, estaremos obligados a instalar un exceso de dispositivos de generación de energía renovable», explica, algo que tampoco sería deseable.