Hoy se celebra el Día Europeo de la Salud Prostática y, por ello, desde Grupo Policlínica recuerda la importancia de las revisiones rutinarias a partir de los 45 años de edad. En este sentido, explicaron que la pandemia de coronavirus ha tenido como consecuencia el retraso en diagnósticos y tratamientos, lo que empeora los pronósticos.
En este sentido, especialistas del Grupo Policlínica llevan tiempo avisando de que muchas patologías se diagnostican más tarde, con un impacto muy negativo en la salud del paciente. No es diferente en el ámbito de la Urología: «En el campo de la Urología ocurre exactamente igual que en el resto de especialidades. Muchos pacientes no han acudido a sus revisiones rutinarias y otros han obviado el empeoramiento de síntomas, retrasando así la búsqueda de atención médica. Indudablemente, esta situación tiene un impacto muy negativo en la evolución de la enfermedad urológica», explica el doctor Fernando García Montes, responsable de Urología en Grupo Policlínica, quien señala que todo hombre que tenga 45 años o más debería hacerse una revisión anual rutinaria de próstata aunque no presente ningún síntoma. «Es la única forma de poder diagnosticar enfermedades prostáticas asintomáticas de forma precoz», precisa. En esta revisión rutinaria es donde puede empezar a diagnosticarse alguna patología si la hubiera y, en caso contrario, es la herramienta de prevención que garantiza la calidad de vida del paciente.
Las más comunes
Las enfermedades prostáticas más comunes se engloban en tres grandes grupos: procesos inflamatorios/infecciosos, agrandamiento prostático benigno y cáncer de próstata. El más frecuente es el agrandamiento prostático benigno ya que la próstata está sujeta a un aumento constante de su tamaño durante toda la vida del varón.