La pintora Fina Escandell, conocida en Ibiza como Fina de sa Real, expone hasta finales del próximo mes de octubre una selección de sus mejores pinturas en el restaurante Ses Casetes en Sant Mateu.
En total se trata de una veintena de obras de pequeño, mediano y gran formato que han sido pintadas desde 2014 incluyendo algunas muy recientes de 2020 y 2021. Todas ellas están realizadas en óleo sobre lienzo a excepción de una que está hecha en óleo al agua sobre papel y otras seis elaboradas en técnica mixta sobre lienzo. Todas ellas tienen un estilo que la propia artista definió a Periódico de Ibiza y Formentera como «una mezcla entre realismo e impresionismo».
No en vano Fina Escandell se considera «una pintora que trabaja con el realismo pero con una clara tendencia al impresionismo» que provoca que sus obras tengan «una interpretación muy personal».
La temática sobre la que gira la exposición es muy variada ya que según explicó ella misma le encanta pintar «la naturaleza, el paisaje, la arquitectura, los bailes y costumbres ibicencas, la figura humana, los caballos, los temas florales, los bodegones y, en resumen, todo aquello que me parece bello, me produce sensaciones agradables o me transmite emociones». Todo ello «sin olvidar situaciones y paisajes que le han impresionado viviendo fuera de la isla de Ibiza».
Sobre su proceso creativo, la pintora ibicenca aseguró a este periódico que lo más frecuente es empezar con una fotografía de un tema que le interesa. De ahí empieza a desarrollar su obra en su estudio aunque lo que más le gusta es poder pintar del natural «porque es donde se capta mucho mejor la esencia del modelo a representar».
Incluso, en otras ocasiones suele imaginar una obra y madurarla mentalmente durante varios día para después «pintarla mentalmente trasladándola a la tela, previo boceto o directamente». Incluso en otras ocasiones se despierta con algún tema en la cabeza para pasarlo después a un boceto y no olvidarse. Algo que sucedió durante el confinamiento con la obra Tànit, protectora d'Eivissa, que todavía se puede ver en el Centro Cultural de Jesús.
Sin embargo, en sus dos últimos años está dando un giro a su obra pintando temas más claros y mas luminosos en lo que posiblemente «sea un giro hacia una nueva etapa».
Alumna de Ferrer Guasch
Fina Escandell entró con diez años en el Instituto Santa María de la ciudad de Ibiza y tuvo de profesor a Vicent Ferrer Guasch, quien fue quien le motivó su amor por la pintura.
Con quince años tuvo ocasión de visitar el estudio de los Puget, Pomar y Ferrer Guasch y conocer en sus estudios a pintores como Elmyr de Hory, Frank El Punto o Grimes. Una experiencia que «fue inolvidable» y le ayudó «a abrir la mente».
Después ha tenido ocasión de asistir a cursos con Pomar, Carlos Genicio, Carla de Angelis en Italia o con el pintor ruso Vladimir Volegov. En este sentido recuerda como «disfrutó mucho» del arte italiano cuando vivió en este país entre 2017 y 2018, tanto de los pintores clásicos como de los contemporáneos. Así, quedó impresionada por la obra del maestro Virginio Rossi, de la Escuela Veneciana, «una persona de un gran sencillez y humanidad» a pudo conocer y tratar cuando vivió allí, y la «grandiosidad y el colorido» de la obra de Mauro Capitani, a quien conoció en Florencia.
Escandell ha participado en numerosas exposiciones colectivas, la mayoría dentro de la Asociación AMAE, de la que es miembro desde 2014, y, en los dos últimos años, dentro del grupo de la revista IbizArt Guide. También ha presentado sus obras en diferentes salas de forma individual o compartiendo con algún otro pintor en la isla y fuera de ella.
Se considera una gran admiradora de los grandes impresionistas del siglo XIX y principios del XX, especialmente de Monet, Renoir y, sobre todo, de Sorolla. También han sido referentes para ella, Narcís Puget Viñas, Narcís Puget Riquer y Toni Pomar, quien le enseñó «casi todo lo que sabe en la antigua Escola d'Arts i Oficis».