Este lunes se estrenó en el Canal Historia de la plataforma Movistar la serie Piratas de Baleares. Se trata de una coproducción entre Mapa Films e IB3 Televisión compuesta por cuatro episodios, de los que dos se pudieron ver el lunes a las 22.00 y a las 23.00 horas, y los dos siguientes el próximo lunes.
El primero fue Las islas piratas y en él se hizo un repaso histórico por la figura del pirata y cómo influyó en el desarrollo de los acontecimientos políticos y socioculturales de Baleares a través de personajes emblemáticos como el ibicenco Antoni Riquer o Barbarroja, a los que se aleja de su imagen de depredador marino para analizar su legado cultural, social e histórico.
El segundo fue El negocio de la piratería y en él se explicó como el Mediterráneo fue durante mucho tiempo el centro económico mundial propiciando el auge del negocio corsario con el que se lucraba gran parte de la oligarquía. Precisamente, en el episodio se desglosa su complejo entramado y su importancia en Baleares durante siglos y cual fue su relación con la esclavitud.
El próximo lunes será el turno de El pirata más peligroso, un episodio que pone de manifiesto la difícil situación de los isleños por su condición de aislamiento y como hicieron frente a todo tipo de ataques, desde pequeñas escaramuzas musulmanas hasta los más grandes y virulentos ataques estratégicos otomanos, fundamentalmente de los hermanos Barbarroja. Incluso, se descubre «que el peor pirata es el que se arma en las propias islas actuando sin miramientos, auspiciado por la vista gorda del rey».
Finalmente, la serie termina con Psicosis de la invasión, donde se descubre al espectador que lo que ahora son islotes paradisíacos fueron una pesadilla para sus habitantes ante los constantes saqueos, generando en ellos una sensación de peligro constante que se traducía en miedo absoluto a todo lo que llegaba por mar.
Enorme trabajo
Según explicó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera el director de la serie, Javier Roldán, todo se analiza con prestigiosos historiadores, escritores, sociólogos, psicólogos o militares y con la participación e inestimable ayuda de distintas asociaciones culturales de Mallorca que prestaron su conocimiento sobre la piratería, su material y su propio vestuario.
En este sentido, Roldán aseguró que se ha hecho un gran esfuerzo de documentación y ambientación para que nada falle, gracias a distintas casas de alquiler de vestuarios de Madrid y de la jefa de vestuario, Carolina Bustos que realizó todas las adquisiciones en Mallorca.
También ha sido fundamental el apoyo de la Univesitat de les Illes Balears, el Instituto de Historia-CSIC, el Archivo Municipal de Ciutadella y el Diocesano de Menorca, o el Institut Menorqui d'Estudis.
El rodaje se ha hecho en distintas localizaciones únicas como el Palacio de la Almudaina, donde no se grababa desde hace 25 años. También han visitado con sus cámaras el recién reformado Museo Naval de Madrid, las Cuevas del Drach, el Castillo de Bellver, Cap Blanc o la Galera Rafael Verdera, un velero datado en 1841 y que es considerado el barco en activo más antiguo de España.
Mientras, en el Pueblo Español, un museo al aire libre en Mallorca que reproduce como son algunos pueblos de España, el equipo de la serie ambientó la parte dedicada a Ibiza ya que no pudieron rodar en la isla por falta de presupuesto. Además, esta parte se completó, según Roldán, con imágenes de drones que han servido para recordar aquel 1 de junio de 1806 en que el ibicenco Antoni Riquer y su tripulación vencieron a la embarcación británica Felicity con 75 hombres, cañones, obuses y tres cajas con todo tipo de armas al mando del italiano Miquel Novelli.