El polifacético filólogo, investigador, escritor y expolítico ibicenco Bernat Joan ha publicado hace apenas unos días Paraula i esperit dentro de la colección Biblioteca Serra d’Or de la editorial Publicacions de l’Abadia de Montserrat.
Según explicó ayer Joan a Periódico de Ibiza y Formentera, medio en el que publica un artículo semanal, se trata de un ensayo de unas 100 páginas en las que analiza los diferentes cantos espirituales en lengua catalana de la historia.
No se trata de una sucesión de nombres, textos o títulos sin más sino que el ibicenco, según sus palabras, ha decidido ir más allá.
«Cuando surgió la idea de hacer este ensayo sobre un tema tan interesante pensé que tal vez sería bueno abordarlo desde otra perspectiva para poder enriquecerlo y aportar una visión más personal, analizando distintas cuestiones que nos hacen humanos como el más allá, la transcendencia o la condición de nuestra propia humanidad».
De hecho, el libro comienza con una introducción donde el autor se cuestiona la diferencia entre buscar y encontrar.
Posteriormente, en los siguientes capítulos habla sobre El Llibre, la paraula, sobre el Diàleg i Humanitat y sobre las contradicciones que no son aparentes. Además, hay espacio para tratar la literatura, la filosofía y el diálogo, para explicar a los lectores qué es el canto espiritual, «concebido como un diálogo entre el sujeto y Dios», o abordar un tema tan interesante como El vértigo de la nada.
Segunda parte
Después, aunque no hay diferenciación explícita, comienza una segunda parte de la publicación en la que ya sí Joan analiza los cantos espirituales de la lengua catalana a partir de algunos de sus grandes referentes a lo largo de los siglos.
Todo ello partiendo de una figura que el autor considera clave, Ausìas March (Valencia, 1397 - 1459), un poeta y caballero valenciano de la época medieval, originario de una familia de la pequeña nobleza, que está considerado como uno de los más importantes del Siglo de Oro valenciano y de la literatura en catalán. «Más allá de su innegable aportación literaria creo que hay que reconocer que se trata de un autor muy moderno para su época, ya que aunque vivió en la Edad Media, sus postulados y su forma de entender el mundo estaban más cerca del Renacimiento».
No en vano, para el autor de Paraula i esperit, «March se atrevió a realizarse una serie de reflexiones en sus cantos espirituales que no eran propias de su época, ya que, aunque se considera profundamente católico y seguidor de todos los ritos del catolicismo, confirma que no tiene fe y que por ello, por ejemplo, no tiene miedo del infierno».
Además, según Joan, «es de los primeros que empieza a plantearse directamente cómo alguien como Dios, supuesto creador de este mundo, ha sido capaz de hacer muchas cosas que él considera que están muy mal».
A partir de ahí, el lector encontrará una serie de autores clave en el canto espiritual en lengua catalana, «cada uno con una personalidad muy diferente».
Jacint Verdaguer (Folgarolas, 1845 - Vallvidrera 1902), poeta y sacerdote español, «católico convencido y una persona básicamente entregada durante toda su vida a Dios»; el poeta Joan Maragall (Barcelona, 1860 - 1911) considerado uno de los padres de la poesía catalana modernista, «fiel convencido de la filosofía panteísta por la cual creía que la totalidad del universo es el único Dios»; el escritor y crítico de arte Blai Bonet (Santañí, 1926 - Cala Figuera, 1997); Josep Palau i Fabre (Barcelona, 1917 - 2008) polifacético poeta y escritor en catalán «y con una visión totalmente agnóstica del mundo que le rodeaba»; el poeta valenciano Antoni Ferrer i Perales «quien, tras ejercer de profesor y sacerdote, acabó planteándose todo lo que tiene relación con la Iglesia actual»; y David Jou, «poeta nacido en Sitges y que compagina su actividad literaria con su labor como catedrático de Física de la Materia Condensada en la Universitat Autónoma de Barcelona hasta hace apenas unos años, llegando a ser doctor honoris causa de la Univesitat de Girona».