Se acerca noviembre y con ello entramos en la recta final de la muestra Punto de Fuga del artista visual de Ibiza Pedro María Asensio. Me permitiré darles un consejo, si todavía no la han visto: No pierdan la oportunidad y visítenla en estos últimos días de exposición. Merecerá la pena.
Planteada a caballo entre dos salas, Sa Nostra Sala de Vila y el Far de ses Coves Blanques de Sant Antoni, y todo ello gracias al acierto de una comprometida y ágil Conselleria de Cultura, Educació i Patrimoni del Consell d'Eivissa, y en este caso en particular, con la especial colaboración del Ayuntamiento de Sant Antoni de Portmany. Así, la ambiciosa muestra se ha convertido en punto de encuentro para amantes de la cultura, artistas, escolares y curiosos, todos ellos unidos por la fascinación que desprenden las creaciones de Asensio.
Son veintiséis pinturas de gran formato (3m x 2m, 2m x 2m y 1,50m x 1,50m) que resumen los últimos cinco años de creación del artista. Con estos rotundos lienzos, Asensio busca sorprender al espectador y dejar impresa en su retina construcciones concretas e ilusiones ópticas que atrapan su mirada. Imágenes bidimensionales que engañan al ojo y se transforman en el cerebro en profundas estancias hipercúbicas, planos cruzados por líneas rectas que fugan al infinito sobrepasando las dimensiones del cuadro y patrones cromáticos que vibran proyectándose en alternancia, hacia dentro y hacia fuera, sobre la inestable superficie pintada.
La muestra se completa con esculturas e instalaciones. Peces minimalistas de acero en el faro y diez instalaciones que rinden homenaje a las artes y la cultura. ¿Qué seríamos sin el arte y sin la cultura? Esta es la pregunta que Asensio se hizo durante los largos meses de encierro por la COVID-19. En su reflexión, la cultura y el arte aparecen como tabla de salvación a la que agarrarse cuando las bases de nuestro acelerado mundo se tambalean. La cultura une a las personas, cultiva la sensibilidad y el pensamiento crítico, fomenta la comunicación, la diversidad y el intercambio. En resumen, el arte y la cultura nos hacen mejores individual y colectivamente.
Por ello, aprovecho estas últimas líneas para animar a las administraciones públicas Govern Balear, Consell d'Eivissa y a los ayuntamientos de Santa Eulària, Sant Josep, Sant Joan y Sant Antoni de Portmany a respaldar a los artistas de nuestro entorno para así conseguir alcanzar una proyección exterior más firme. Les insto a que apoyen y fomenten a los artistas residentes sin prejuicios ni vacilaciones, porque en Eivissa ha habido, hay y habrá grandes creadores que se inspiran y nutren de sus referentes personales y del entorno para construir arte y cultura: arte y cultura de Eivissa.