La trayectoria empresarial de Hermanos Parrot fue reconocida este año en los premios de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiusas. Roger Parrot (Ibiza, 1982) dirige en la actualidad este grupo empresarial responsable de ejecutar, entre otros proyectos, la reforma del paseo Vara de Rey. Cuando los hermanos Parrot llegaron a Ibiza desde un pequeño pueblo de Lérida, probablemente nunca imaginaron ser testigos directos de la gran transformación que iba a vivir la isla.
— En su caso, la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera les ha distinguido este año con el Premio a la Trayectoria Empresarial.
— Es un orgullo y un prestigio, sobre todo por quien lo otorga y su importancia en el tejido empresarial de Ibiza. En una trayectoria de más de 50 años han pasado muchas cosas y pasan muchos pensamientos por la mente. La empresa se constituyó en el año 72, pero desde los 60 ya se estaba trabajando en lo mismo.
— En la entrega de premios relató los comienzos de la empresa.
— En 1960 José Parrot vino con un pequeño tractor y su llegada fue accidental porque no sabía ni que venía a Ibiza. Pensaba que iba a otro sitio. Llegó para mover tierras en el aeropuerto que se estaba construyendo en ese momento y ahí empezó todo. La gente de la isla no conocía la mecanización y muchos no habían visto un tractor en su vida. Así, empezaron a hacerle pequeños encargos. Después llegó Ángel, con 13 o 14 años, y empezaron a trabajar con el tractor día y noche y no es una frase hecha, es literal porque el vehículo no paraba. Años después llegaron Jaime y Manuel y ya estaban aquí los cuatro hermanos Parrot.
— Y comenzaron a crecer como empresa.
— Con el paso de los años se fueron ampliando líneas de negocio y servicios como la cantera de áridos o la adquisición de una empresa de materiales de construcción. Así, fortalecieron sinergias en este sector.
— ¿Tienen nuevos proyectos empresariales?
— Los servicios que ofrecemos son los de una constructora global, tanto en obra pública como edificaciones. Además servimos materiales, desde áridos a hormigón. En este momento estamos inmersos en tres o cuatro reformas hoteleras integrales y trabajamos en la rehabilitación del firme de la carretera de Santa Eulària y en breve actuaremos en la vía que va del cruce de Los Cazadores a Sant Rafel. También tenemos otros proyectos muy importantes, alguno en Mallorca, actualmente en licitación.
— Desde la empresa han vivido todos los cambios registrados en la isla.
— Sí, hemos sido unos espectadores privilegiados y a veces hasta protagonistas de esos cambios. Sólo hay que pensar lo que había en Ibiza en los años 60. Era totalmente rural, para lo bueno y para lo malo, y un lugar aislado por la falta de comunicaciones. La evolución de la isla cualquiera la puede imaginar.
— Desde Pimeef reconocieron que no se presenta fácil la actividad empresarial.
— Sí, pero no es un tema sólo de Ibiza, es global. Al final las empresas deben adaptarse a estos retos que se presentan sin avisar. Hay que aprender y desaprender constantemente. Así, hay que tener las herramientas para, de una forma ágil, poder adaptarse porque las normas de hoy nada tendrán que ver con las de mañana.
— Ha expresado preocupación por la falta de materias primas.
— Eso es muy, muy preocupante. Más de lo que la gente puede imaginar. Además de haber un incremento brutal de los precios -y no sólo en la energía- la época del Covid y de después del Covid lo que ha hecho es tensionar las cadenas de producción y hay unas subidas de precios muy grandes y, lo que es peor, hay escasez y aún pagando mucho más por esas materias primas o productos elaborados, no se sirve a la velocidad necesaria. En una obra como una reforma hotelera, que los turistas van a llegar el 1 de mayo, si en esa cadena de producción se empiezan a sufrir retrasos en los suministros, todo acaba complicándose mucho. Es un problema muy importante.
— Usted pide a los políticos insulares que no les dejen de lado.
— A las instituciones les ha tocado un papel muy complicado. Hasta donde he podido ver, el esfuerzo que han hecho ha sido titánico, pero es muy fácil criticar una vez ha pasado todo. Las instituciones más cercanas al ciudadano, las locales, han dado la talla. No creo que sea el momento de achacarles nada porque han hecho lo que estaba en sus manos.
— ¿Y qué momento atraviesa el sector de la construcción?
— Está bien. Hay trabajo y lo va a haber. Cuando ha habido crisis importantes, el efecto isla ha creado un ecosistema en el que se mantenía la actividad, aunque la falta de materias primas o de personal cualificado son matices a destacar.