Una treintena de trabajadores de la empresa Desokupa, empresa especializada en desalojo de personas que habitan ilegalmente espacios como viviendas, instaló ayer por la mañana un control de acceso en el complejo turístico Punta Arabí, ubicado en es Canar (Santa Eulària). Este dispositivo, que cuenta con la presencia de más de 20 auxiliares de Desokupa, no se marchará de la zona hasta conseguir que estas personas abandonen las instalaciones de «forma pacífica», según informaron desde la empresa ayer por la mañana. Es por eso que, desde Desokupa, lo tienen claro: «Es cuestión de tiempo que desalojen estos apartamentos. Nuestra presencia aquí les desgasta emocionalmente porque saben que nos quedaremos hasta el final», así de rotundo y seguro se mostró Daniel Esteve, dueño de Desokupa, quien precisó que se trata del operativo más grande que han montado en todo el país. Y, de momento, su premisa se está cumpliendo gracias al dispositivo que montaron ayer desde primera hora en la entrada de estos apartamentos turísticos. Viviendas, que según los vecinos de la zona, llevan ocupadas tres meses por más de 150 habitantes ilegales.
Según Daniel Esteve, las personas que hasta el momento están abandonando las instalaciones lo han hecho de forma pacífica. «La mayoría han cargado sus enseres en una furgoneta y se han marchado», aseguró Esteve mientras no perdía detalle de todo lo que sucedía a su alrededor.
No obstante, los okupas que están retrasando o evitando el desalojo empezaron a tener comportamientos conflictivos dentro del recinto ayer por la tarde. «Están bloqueando la salida de algunos de los propietarios que viven aquí. No pueden salir porque algunos okupas están impidiendo que puedan sacar sus coches a la calle», afirmó ayer por la tarde con impotencia Esteve.
Tras lo ocurrido, el dueño de Desokupa y otros miembros de la organización fueron a denunciar estos hechos a la comandancia de la Guardia Civil. «Se están equivocando totalmente. Nosotros somos los buenos; venimos a ayudar. Si abandonan ahora las viviendas no habrá denuncia, pero si no lo hacen saldrán de aquí con cargos gordos, puesto que no hablamos solo de una usurpación. También han cometido entrada con violencia en propiedad privada, asociación ilícita y robo. Les damos la oportunidad de que abandonen sin represalias», puntualizó Daniel Esteve. En este sentido, en este complejo turístico okupado se han producido robos, según explicaron vecinos legales de la zona.
Este control de acceso a Punta Arabí solo estará operativo durante el día de hoy. Explicó que una vez haya terminado este dispositivo comenzará el proceso de diálogo. «Si alguno quiere quedarse hasta el final, nosotros también», preciso Esteve. La alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, y el tercer teniente de alcalde, Toni Ramón, se acercaron hasta la zona para valorar personalmente la situación y asegurarse de que el desalojo se hacía pacíficamente. «Es un conflicto importante; nuestro deber era estar aquí. Es necesario, de una vez por todas, reformar la legislación para salvaguardar la propiedad privada», destacó Marí. A medida que pasaban los minutos, la zona empezó a llenarse de curiosos y vecinos de Santa Eulària que, expectantes, mostraron su satisfacción. «Este desalojo se tendría que haber hecho desde hace tiempo. Mucho han tardado en solucionar este problema», subrayó Sergio Fernández, vecino de es Canar.
Amenazas
Este dispositivo es tan numeroso porque el martes por la noche varios auxiliares de Desokupa que se desplazaron al hotel Club Punta Arabí recibieron amenazas por parte de unos 40 okupas que portaban navajas. Esta situación, según Esteve, generó ayer la implantación de este gran dispositivo de control. «Nosotros hemos venido aquí porque representamos a la nueva empresa arrendataria. Ellos se pusieron en contacto con nosotros tras recibir el aviso, por parte de los 20 propietarios que viven aquí, de que los okupas estaban desvalijando los pisos».
Nueva gestión
Cabe recordar que este complejo pertenecía hasta el momento a la empresaria Francisca Sánchez Ordóñez, conocida también como Paquita ‘Marsan'. No obstante, según adelantó ayer la propia Paquita Sánchez Ordóñez a Periódico de Ibiza y Formentera, ha alquilado este complejo turístico a la empresa MIJ Hotels, por lo que estas instalaciones turísticas ahora dependen de esta cadena hotelera balear. Esta compañía hotelera ha alquilado el hotel Club Punta Arabí para los próximos 12 años, según confirmó la propia Paquita ‘Marsan' a este rotativo, quien apuntó estar «muy feliz» de que se procediera al desalojo de estos okupas.
«No hay derecho; estas personas llevan más de tres meses ocupando una propiedad privada y, encima, han aprovechado esta situación para desmantelar estos pisos», afirmó, con algo de cautela, uno de los integrantes de la organización Desokupa, quien manifestó que la nueva empresa quiere crear al menos 150 puestos de trabajo directo. Este auxiliar ibicenco, que prefiere mantener el anonimato por posibles amenazas, señaló que algunos de los habitantes ilegales son violentos y agresivos. Afirmación que negó rotundamente Yolanda Pinez, okupa de los apartamentos. Pinez, que sufrió maltrato doméstico durante años y tiene un hijo drogadicto, señaló que la mayoría de los okupas son personas «civilizadas» que luchan día a día por sobrevivir y que no abandonará el complejo sin un a orden judicial.