El obispo de la Diócesis de Ibiza y Formentera, Vicent Ribas, participará en enero en su primera visita al papa Francisco, participando de la visita ad limina apostolorum a Roma del 10 al 15 de enero junto a los obispos de Mallorca y Menorca.
Los obispos de Baleares forman parte del segundo grupo de prelados españoles compuesto por un total de 22 obispos de las provincias eclesiásticas de Tarragona, Barcelona y Valencia, que acudirán al Vaticano, según confirmó ayer el Obispado de Mallorca.
El primer grupo, compuesto por un total de 24 obispos de las provincias eclesiásticas de Santiago de Compostela, Oviedo, Burgos, Pamplona y Tudela y Zaragoza, realizará la visita del 13 al 18 de diciembre.
La última visita ad limina de los prelados españoles fue en el año 2014, en el primer año de pontificado del Papa Francisco. En esta ocasión, los obispos se organizarán en cuatro grupos, distribuidos por provincias eclesiásticas, según informó la Conferencia Episcopal Española (CEE) en un comunicado.
Además de la audiencia con el Santo Padre, los obispos españoles celebrarán la eucaristía en las cuatro Basílicas Romanas: San Pedro, San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros.
Igualmente, mantendrán reuniones en los siguientes dicasterios: la Congregación para los Obispos, el Pontificio Consejo para los Laicos, la Congregación para el Clero, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica y la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Asimismo, visitarán el Pontificio Consejo para la Educación Católica, el Pontificio Consejo para Culto Divino, el Pontificio Consejo para los Laicos, el de Nueva Evangelización, Familia y Vida, Promoción para el Desarrollo Humano integral y Pontificio Consejo para las Comunicaciones y la Secretaría de Estado.
La visita ad limina es la visita que todos los obispos católicos deben hacer, cada cinco años, a Roma. Comprende la peregrinación a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo «como expresión de comunión eclesial» y el encuentro con el Papa como sucesor de san Pedro. Incluye también la tarea de informar sobre la situación de la Iglesia en la diócesis que cada obispo tiene encomendada.