La portavoz de los afectados por el desahucio de los apartamentos Don Pepe, Silvia Hernández, denunció la «terrible» situación en la que quedan los vecinos tras verse obligados a abandonar sus hogares. «Hay que tener en cuenta que seguimos pagando una hipoteca», explicó, «aparte de los gastos de comunidad, que es necesario para afrontar todos los gastos que nos vienen encima. También hay un gasto mínimo de luz para no quitar los contadores. En función de cada hipoteca, los vecinos salen con una mochila de media de 500 o 600 euros, a lo que hay que sumarle el alquiler de la nueva vivienda más los gastos de la vida. ¿Cómo van a sobrevivir los vecinos?», se preguntó.
Además, manifestó la «rabia» de todos los afectados por «la falta de empatía y de sensibilidad» desplegada por el Ayuntamiento de Sant Josep, «con el alcalde al frente, que solicitó la orden judicial de desalojo teniendo sobre la mesa nuestro informe, realizado por profesionales de reconocido prestigio, que dice que estos apartamentos no están en ruina». Esto contradice totalmente la versión del Ayuntamiento, que ya ha iniciado el trámite municipal de declaración de ruina y ha inscrito la ruina en el catastro.
«Aparte de toda la rabia y la sensación de que a uno le están robando a plena luz del día su vivienda», continuó la portavoz de los afectados, «está la sensación de que se están riendo en nuestra cara» porque, entre otras cosas, según explicó la portavoz de los vecinos, el Ayuntamiento no contestó a una petición realizada por los vecinos para que se dirigiera al juzgado con el fin de aplazar el desalojo forzoso hasta el 31 de enero de 2022 y, de esta forma, poder pasar las Navidades en sus hogares.
Recordó que, tras más de un año con la incertidumbre de si iban a perder sus hogares, «la mayoría de los vecinos estamos con medicación, porque esta situación no se puede llevar bien sin medicamentos». De cualquier forma, insistió en que todo este proceso «está judicializado» y que, aunque los decretos de Alcaldía sean más rápidos y sus efectos más visibles a corto plazo, al final confían en que la Justicia les dará la razón.