Cada día que pasa es un día más que se contamina. Ese es el motivo que esgrime la Alianza por el Agua para insistir a todas las instituciones de Ibiza y al Govern balear en que exijan al Ministerio de Transición Ecológica la declaración de emergencia de las obras de la nueva depuradora de Ibiza, situada en sa Coma.
Los últimos hallazgos arqueológicos en el trazado de impulsión supondrán un retraso de la puesta en marcha de la infraestructura de al menos un año y medio. La contratación de los trabajos de excavación, con un coste superior al millón de euros, requieren de nuevos trámites administrativos que suman una parte importante de ese plazo. Su duración podría verse acortada si se hiciese una declaración de emergencia, o en su defecto de urgencia, de las obras.
Mientras tanto, la isla tiene en funcionamiento una depuradora, la de Vila, que vierte al mar el 93,5% de las aguas mal depuradas de toda la Comunidad Autónoma, según el informe anual de saneamiento y depuración 2020, elaborado por la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio.
Una situación previsible
«Ya se sabía que con esta infraestructura habría problemas. Ahora que aparecen se aplaza su puesta en marcha un año y medio. Se tenía que haber hecho la declaración de emergencia desde el principio», apunta Rafael Tur, tesorero de Alianza por el Agua, quien alerta de que las instituciones deben ser conscientes de que esto supone «un año y medio de más contaminando cada día».
Para la Alianza del Agua, el problema no es que se aplace la prestación de un servicio, es que «el servicio que se está dando la depuradora actual es absolutamente deficitario y cada vez que hay un vertido acaba en el puerto de Vila a través del torrente de sa Llavanera. ¿Quién hace falta que constate que esto es un delito medioambiental cada día?».
Es por ello que Tur consideró fundamental que todos los ayuntamientos de Ibiza y el Consell d'Eivissa aborden el tema como un problema de la isla y exijan esta declaración de emergencia. «Los que nos estamos contaminando somos nosotros. No es Madrid ni Guadalajara, es Ibiza y somos nosotros los que debemos ser exigentes».
Un perjuicio que, añadió, afecta al prestigio de Ibiza como destino turístico. «Ibiza es la marca más potente que tiene España en materia de turismo y la estamos ensuciando por una falta de decisiones políticas que son urgentes», alertó.
Otros trabajos
Respecto a las obras de mantenimiento de la actual depuradora de Ibiza que prevé poner en marcha el Govern el año que viene, Tur matizó que «son arreglos para evitar los vertidos al torrente de sa Llavanera. La infraestructura actual no puede funcionar adecuadamente de ninguna forma porque el caudal que entra sobrepasa su capacidad de depuración».
Por otra parte, señaló la tarea que tienen los ayuntamientos como responsables de separar las redes de pluviales y residuales. «Cuando tenemos episodios de lluvias, como no hay separación, agravamos todavía más el problema», por lo que urgió a las administraciones locales a que den impulso a la modificación de estas infraestructuras lo antes posible.
Actuación arqueológica
Desde el Consell indicaron que se informará con la mayor celeridad posible el informe de incidencia sobre los restos arqueológicos encontrados a lo largo de más de cuatro kilómetros de zanja por la que pasarán las tuberías de impulsión desde la estación de bombeo a la estación de depuración.
La actuación es conforme al Plan de Actuación Arqueológica que presentó la empresa Sacyr Construcción SA a la Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico Artístico (Ciotupha). El proyecto de actuación fue solicitado porque la obra afecta «a numerosas zonas sensibles de albergar restos arqueológicos». Es por ello que se insta a que se realice un exhaustivo estudio documental y bibliográfico sobre la zona de actuación, además de un seguimiento arqueológico de todo el ámbito afectado por las obras.
La empresa está cumpliendo estrictamente con ese plan de actuación.