El problema de las fiestas ilegales en la isla de Ibiza ha alcanzado tal magnitud que el Consell d'Eivissa ha decidido coger el toro por los cuernos y ponerse al frente de la lucha contra este tipo de intrusismo. La institución ibicenca, sin embargo, no tiene las competencias necesarias para afrontar el problema. La normativa con la que se puede atajar esta situación depende del Govern y el presidente de Ibiza, Vicent Marí, espera que en este 2022 el Ejecutivo autonómico de la socialista Francina Armengol dé los pasos necesarios para ello.
Con este objetivo, los servicios jurídicos del Consell han redactado la normativa necesaria para poner fin a estas fiestas, que suelen celebrarse en mansiones y villas de la isla sobre todo en los meses de temporada alta. «Este trabajo», explicó Marí en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, «no nos correspondía como Consell, pero lo hemos hecho y el Govern tiene que transformarlo ahora en un decreto».
Cambio de concepto
La nueva normativa pasa por retirar la condición de vivienda a los espacios en los que se celebran normalmente estos eventos. En la actualidad, el hecho de que sean viviendas impide actuar a las policías locales y a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. De ahí que desde el Consell se considere como imprescindible este cambio de concepto, que permitiría atajar la celebración de las fiestas mediante la intervención de la Policía, además de sancionar a los promotores por estar llevando a cabo una actividad ilegal que no cumple con la normativa de actividades y para la que no se ha solicitado ningún tipo de permiso.
«Una vivienda en la que se están llevando a cabo fiestas con servicio de bar, de transporte y cobro de entrada deja de ser una vivienda», subrayó Vicent Marí, «estamos ante una actividad ilegal y queremos que la normativa de actividades recoja este hecho». El presidente señaló que no es aceptable que los promotores puedan escudarse en la clasificación del inmueble como vivienda para que este sea «inviolable»: «Desde el momento en el que se utiliza para hacer una actividad para la que no fue concebida esa vivienda, deja de ser residencial y, por lo tanto, estamos ante una actividad ilegal».
Marí exigió al Govern «una normativa clara y concisa» y que deje de «mirar hacia otro lado» ante un problema cada vez más grave. «El Govern tiene que atendernos», añadió, «porque les hemos mandado la normativa ya redactada por nuestros servicios jurídicos y con el consenso de asociaciones y ayuntamientos para que se pueda intervenir con absolutas garantías jurídicas».
El presidente insistió en que «tiene que estar claro que el paraguas de domicilio no vale para todo». Y es que, con la normativa actual, es precisamente ese concepto de domicilio el que ampara a los infractores. Personas a las que Marí acusó de «venir a Ibiza a alquilar un inmueble para hacer una actividad ilegal que, además, pone en riesgo para los ciudadanos y para la salud».
«Si el problema fuera de Mallorca, ya estaría resuelto»
El presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, se mostró indignado ante la facilidad con la que los promotores de las fiestas ilegales actúan en la isla. Sobre todo porque son conscientes de que pueden burlar la ley sin consecuencias. «Si este problema lo tuvieran en Mallorca», afirmó, «ya lo habrían resuelto. Ibiza ha hecho su trabajo al redactarles la normativa sin que sea nuestra responsabilidad y ahora el Govern tiene que responder».
Una respuesta que Marí espera que sea rápida y que permita llegar al verano de este año recién iniciado con la normativa necesaria. Sin embargo, el presidente lamentó que, hasta ahora, la predisposición del Ejecutivo de Armengol ha sido nula: «Ahora veremos qué pasa. Hemos hecho el trabajo que no nos corresponde y lo hemos abordado con apoyo social e institucional». El presidente concluyó advirtiendo al Govern de que no dar luz verde a esta nueva legislación «sería un error y un desprecio a los ibicencos».
Lucha sin cuartel contra el intrusismo en Ibiza
Uno de los caballos de batalla del gobierno del Consell d'Eivissa es la lucha contra el intrusismo, que, según recordó el presidente Marí, «se da, sobre todo, en el transporte, en turismo, en viviendas residenciales y con las fiestas ilegales». Acabar con estas actividades irregulares es el objetivo de la Oficina Contra el Intrusismo, a la que la institución está «dotando de cada vez más medios». La oficina, aseguró el presidente, «funciona cada vez mejor y ya se empiezan a ver los resultados». «Es una apuesta clara de presente y futuro», concluyó Marí, «porque siempre habrá gente que intente aprovecharse pero deben saber que en Ibiza no vale todo y que hay una voluntad clara de combatir estos excesos».