La escritora y profesora ibicenca Elena Llorente ha dado un importante giro en su trayectoria con su tercera novela Un cuento de hadas. Editada de nuevo por Mil Amores, abandona por un tiempo el humor y la ironía de sus dos primeros trabajos, Soltera y satisfecha y Una de cal y otra de karma, para adentrarse en el mundo de la novela romántica para todo tipo de públicos con tintes reivindicativos.
Además, deja de lado la Ibiza que tanto conoce y a la que tanto ha dado a conocer a sus miles de lectores, para ambientar su historia en el Internado Windmich de la ciudad inglesa de Londres, rindiendo un sentido homenaje a los trabajos de la conocida escritora Jane Austen. «Es una novela que escribí antes del verano y está inspirada directamente en el cuento El hada que escribió en el siglo XVII Charles Perrault pero con mi toque personal e intentando que recuerde en cierta manera a novelas de la propia Austen como, por ejemplo, Emma o La abadía de Northanger», aseguró este viernes la escritora a Periódico de Ibiza y Formentera.
Sin embargo, Un cuento de hadas esconde una importante sorpresa que convierte a la novela en muy especial. Y es que Elena Llorente ha decidido otorgar el protagonismo de la historia a una joven transgénero de 17 años que acaba encontrando el amor de su vida mientras estudia el Bachillerato Internacional. «Está claro que la novela tiene su parte de enredo e intriga, su componente de exaltación de la amistad y otra donde se tratan los tradicionales problemas que viven los adolescentes cuando están en esta edad, pero para mí lo más importante ha sido poner en valor un colectivo que en demasiadas ocasiones sufre mucha discriminación a pesar de lo avanzada que creemos que está nuestra sociedad en muchos aspectos».
En este sentido, a Llorente, que compagina su labor de escritora con la de profesora en un instituto en la ciudad de Ibiza, le gustaría que la novela pudiera resultar un punto de inflexión y que sirviera «para hacer un llamamiento de respeto a la diversidad y a la no discriminación». Algo que, según sus palabras, es realmente importante en una etapa vital tan importante como es la adolescencia. «Está concebida como una novela de aprendizaje en muchos sentidos pero quisiera lanzar un mensaje de comprensión y de lo importante que es ser aceptado por los que nos rodean a pesar de ser diferentes al resto y por ello estamos pensando incluso en poder hacer presentaciones en centros educativos en colaboración con las instituciones«.
Incluso, va más allá y se atreve con otro mensaje y que es igual de importante para la escritora. «La identidad es algo que no se puede negar, y más en una sociedad tan diversa como la nuestra, pero me gustaría que al leer el libro muchos lectores reflexionaran sobre que el amor no tiene barreras y que va más allá del cuerpo físico, siendo un estado mental que puede ayudarnos a querer a alguien desde el cariño y desde una química que abarca mucho más que la simple belleza».
Una situación que, según Llorente no es fácil para el colectivo trans. «Al estar escribiendo la novela y al haberme documentado para el tema he descubierto que lo tienen muy complicado porque normalmente los hombres las quieren solo para probar y satisfacer su curiosidad sexual, no como pareja, y eso hace que se sientan muy mal o que no se atrevan a dar el paso para dar rienda suelta a su forma de entender la vida sin tapujos».
Apoyo de Chrysalis
Para poder elaborar la historia y reflejar con la mayor exactitud posible el personaje principal, Elena Llorente se puso en contacto con la Asociación Chrysalis que se dedica a la atención y a la difusión de familias que tienen entre sus menores personas trans. Primero lo hizo a nivel nacional y después le derivaron a la delegación en Baleares. «Ha sido una experiencia muy buena porque me han ayudado muchísimo, sobre todo Inés y Carmen, quienes leyeron la novela y me aconsejaron en muchos aspectos, fundamentalmente en todo lo que tiene que ver a cómo se dicen ciertas cosas para no herir sensibilidades y a cómo incluir el lenguaje inclusivo que es tan importante a la hora de afrontar el tema de la mujer o adolescente trans».
Con un mapa de Londres y el diseño gráfico de Pilar Andueza
Un cuento de hadas tiene 238 páginas y en él también ha colaborado Pilar Andueza quien ha elaborado para el libro un precioso mapa de la ciudad de Londres. Además, también se ha encargado de la parte gráfica y de una serie de ilustraciones e imágenes que complementan las páginas.