La presidenta del Partido Popular de Baleares, Marga Prohens, criticó este viernes la ley turística presentada el pasado lunes en Madrid por la presidenta del Govern, Francina Armengol, y la calificó de «ley fantasma» ya que «nadie la conoce y no ha sido consensuada». Tanto es así que llegó a asegurar que «la noticia es que no hay ley turística, es pasar de una ley Frankenstein a una ley fantasma», sentenció.
La líder de los ‘populares' del archipiélago denunció a su vez el «continuo menosprecio» de la presidenta del Govern balear «a la isla y a las instituciones de Ibiza», una actitud que se ve amplificada por el hecho de haber presentado una ley «sin contar con los consells, que al final son los que la tienen que ejecutar y aplicar». «Es un desprecio y una deslealtad institucional, una más, de Francina Armengol hacia los ibicencos», recalcó Prohens.
Mejorar el modelo turístico
Asimismo, destacó la necesidad de mejorar el modelo turístico de las islas que, a su entender «tiene que ir hacia una economía circular, como ya se está haciendo en Ibiza, e ir hacia un modelo sostenible, como ya se estaba haciendo también en la isla».
También se mostró «de acuerdo» con los principios generales planteados por lo poco que se conoce de la nueva ley turística y adelantó que «tenderemos la mano al Govern», pero exigió al ejecutivo autonómico «que nos presente el texto de esta ley para ver qué dice la letra pequeña».
Además, Prohens se preguntó cómo afectará la nueva legislación al pequeño y mediano empresario, «que es el que más dificultades tiene para adaptarse», e insistió en que tiene que ser una ley «que no sólo hable de los hoteleros, también tiene que hacer referencia a la oferta complementaria» y a toda la cadena de valor turística y explicar qué pasa con los fondos de la ecotasa. Otros de los aspectos a resaltar son los incentivos que habrá para adaptarse a esta ley y los plazos para que el sector turístico pueda proceder a su cumplimiento.
Finalmente, la presidenta del PP de Baleares recordó que la política turística en Baleares «tendría que ser una cuestión de Estado. Ya vemos qué pasa cuando falla el turismo, como ha pasado en esta pandemia, y ya vemos qué pasa cuando se lanzan a diferentes niveles mensajes turismofóbicos desde las propias instituciones. El PP siempre tendrá la mano tendida para consensuar una política en turismo», concluyó.