Antoni Marí Carraca, alcalde de Sant Joan de Labritja desde 1999, podría volver a ser el candidato del PP a este ayuntamiento para las elecciones de 2023. En declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, Carraca no quiso aclarar cuál será su futuro en este sentido, pero sí indicó que «aún quedan 15 meses» para los comicios y que no será hasta «después del verano» cuando tome una decisión. «El año preelectoral empieza después del verano», abundó, «y ya veremos entonces».
El alcalde que más tiempo lleva al frente de un consistorio en la isla de Ibiza dijo sentirse «un privilegiado» de la política pues, además del cargo de primer edil, ha ostentado también los de senador y conseller insular. Puestos que le han «entusiasmado» pero que también le han causado decepciones. Sobre todo durante la etapa en la que fue vicepresidente segundo de la máxima institución ibicenca: «Fue una legislatura muy difícil. La institución estaba hundida económicamente. En el segundo Consell Executiu tuvimos que autorizar al entonces conseller de Economía, Álex Minchiotti, para negociar con Gesa una deuda de 850.000 euros. El Consell no tenía ni para pagar eso. La verdad es que glorias no había muchas y penas había muchísimas».
Marí Carraca, por otro lado, lanzó también duras críticas contra la excesiva burocratización de la gestión de los ayuntamientos. En este sentido, denunció que los consistorios en general «se están deteriorando mucho y la legislación les está perjudicando gravemente». Puso como ejemplo de esta situación el ayuntamiento que preside desde hace más de dos décadas: «Gracias a la burocracia que se ha creado, en este ayuntamiento cada día somos más y cada vez rendimos menos. Atendemos menos al ciudadano y esto a mí me preocupa mucho».
Dos comisiones
El número 1 del PP en Sant Joan lamentó que hoy en día necesita «convocar dos comisiones» para poder solucionar los problemas que le plantean los residentes en el municipio. «La burocracia ha llegado a tal extremo», añadió, «que, en muchísimas ocasiones, los políticos no podemos contestar a nada». Este exceso de legislación, del que son responsables tanto el Estado como las comunidades autónomas, ha afectado, según señaló Carraca, «a la capacidad de los ayuntamientos». Algo que calificó como «muy grave» porque los consistorios son «el primer escalón de la Administración y los que más cerca están del ciudadano».
Carraca dejó claro que defiende y practica «la legalidad, la honradez y la buena gestión del dinero público», pero también reivindicó para los gobiernos municipales «cierta libertad para poder trabajar». «La burocracia nos frena y nos impide dar soluciones», concluyó, «pero los políticos y los funcionarios a veces nos olvidamos de que nos pagan los ciudadanos y de que somos sus servidores. Hoy nos exigen soluciones pero no podemos responderles».