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Marcos Serra: "He trabajado muy duro para lograr tres millones de inversión"

El alcalde de Portmany afronta la última etapa de la legislatura centrado en la recuperación económica del municipio tras el desastre de la pandemia

Marcos Serra, alcalde de Sant Antoni de Portmany. | Arguiñe Escandón

| Sant Antoni |

La primera legislatura de Marcos Serra (Ibiza, 1980) al frente del Consistorio de Sant Antoni no ha estado exenta de problemas. Los roces con su socio de gobierno, Joan Torres (El Pi), han sido constantes, hasta el extremo de que, en ocasiones, ha dado la impresión de que el edil de Comercio no formaba parte del Gobierno municipal. A pesar de todo, Serra tiene claro que lo importante es el trabajo y expone con orgullo logros como la agilización de las tramitaciones urbanísticas, la creación de una Concejalía de Fomento del Empleo y una nueva forma de enfocar el turismo con la que espera que la Villa de Portmany deje atrás la mala imagen.

-Inflación disparada, situación crítica en Ucrania… ¿le preocupa como alcalde de un municipio turístico como el suyo?

-Sí, claro. Actos bélicos de este calibre tienen trascendencia internacional. No sabemos qué pasará porque Putin ha extendido la amenaza a todos los países que ayuden a Ucrania. Con alguien así, que no sabes hasta dónde es capaz de llegar, sí que preocupa. Nos podría llegar a afectar, claro.

-A raíz de la pandemia, su gobierno creó la Concejalía de Fomento del Empleo.

-Sí, es una Concejalía que lleva María Ribas y que se creó por la situación que teníamos con la pandemia pero que se va a mantener. Tiene el programa Activa't Portmany, que su objetivo es conectar a empresarios y trabajadores. Queremos facilitar a la gente encontrar trabajo, fomentar el empleo en el municipio. Se trata de ofrecer todo tipo de ayuda a quienes necesitan entrar en el mundo laboral.

-¿Qué va a hacer el Ayuntamiento con los 3 millones de euros del Fondo de Recuperación, Resiliencia y Transformación del Gobierno central?

-Queremos impulsar el casco urbano con el fin de dar un salto de calidad. Son diferentes acciones basadas en cuatro ejes que van a consistir básicamente en renovar todo el saneamiento, cambiar el pavimento de las principales zonas peatonales, dar ayudas a particulares para reformas de las fachadas, dar ayudas a negocios para que puedan pasar de ocio nocturno a locales de hostelería o comercio con el fin de diversificar la oferta, paneles informativos… Son acciones para poner el municipio también a la altura de las mejoras que están haciendo los hoteleros. Ayuntamiento y empresarios tenemos que ir de la mano en este caso. Queremos, además, fomentar un cambio en el modelo de negocio para lograr el cambio del modelo turístico.

-Ha llamado mucho la atención que su concejal de Comercio, Joan Torres, no presentara ningún proyecto para obtener ayudas de los fondos Next Generation. Usted es el jefe del Ayuntamiento. ¿Cómo explica lo que ha sucedido?

-Ha sido una oportunidad desaprovechada y, si Torres no tenía proyectos, lo que tenía que haber hecho es redactarlos con celeridad para acceder a estos fondos. Es un dinero que nos iría bien porque el comercio de Sant Antoni está muy tocado. Yo espero que para futuras convocatorias sí tenga propuestas. Yo he trabajado muy duro para conseguir los 3 millones de los que hablábamos antes. Y lo que espero es que los demás concejales hagan lo mismo en sus áreas.

-El resto de concejalías, ¿ha presentado proyectos para estos fondos europeos?

-Piense que muchos de los fondos son para las áreas de infraestructuras. Y este departamento lo lleva también Joan Torres, que es quien debería pedir estas ayudas. La verdad es que, de momento, no ha pedido nada.

-¿Van a perder la oportunidad de acceder a esta financiación?

-El departamento de Infraestructuras tiene un atasco importante. Se acordaron hacer muchas obras al principio de la legislatura y no se están haciendo. Es lo mismo que sucedía con el departamento de Urbanismo, que estaba atascado. Pero hemos logrado solucionarlo y ahora el atasco se ha trasladado a Infraestructuras. La verdad es que no se están haciendo las obras con tendrían que hacerse. Por ejemplo, ahí están parados el proyecto del bulevar de Vara de Rey o el del auditorio que queríamos construir.

-¿Cómo se plantea la última etapa de la legislatura con un socio como Torres?

-La verdad es que Torres ha sido muy exigente en las áreas que no son las suyas. Sin embargo, no ha hecho lo mismo con las suyas. Yo quiero recordar que, si Torres lleva cinco departamentos, es porque lo exigió él. Debería estar a la altura de esta exigencia. Lleva infraestructuras, transporte, movilidad, comercio y el Plan Estratégico. Y son áreas que no tienen el empuje que deberían. Él quería llevar algún área más pero estas no las lleva bien. Cuando uno exige una responsabilidad, ha de ser capaz de poder asumirla y, en este caso, no está claro que así sea.

-Pero eso a quien perjudica es al ciudadano.

-Sí, al principio de la legislatura a mí se me criticó por tardar un mes en convocar el pleno de organización. Lo que no se decía es que ese retraso obedeció a las negociaciones con Joan Torres. Él exigía más departamentos de los que ya le habíamos dado. No era aceptable. Ahora vemos que no puede llevar ni los que pidió.

-Visto con perspectiva, ¿aceptaría ahora entregar a Torres la gestión de tantas concejalías?

-Es evidente que no. Pero, en aquel momento, tuve que ceder para poder llegar a un pacto.

-¿Cómo han logrado desbloquear la Concejalía de Urbanismo?

-Con mucho trabajo y muchas ganas. Hay políticos que se dedican a hacer muchas ruedas de prensa. Nosotros, nos hacemos pocas fotos y trabajamos mucho. En este caso, hemos puesto más personal, hemos reorganizado el departamento y las funciones de algunos técnicos. Con esto hemos logrado hacer seis modificaciones puntuales del planeamiento, hemos aprobado el Plan Especial de Protección de la zona de la iglesia. Se ha hecho mucho trabajo. De lo que se trata es de hacer las cosas con cariño y pasión para poder ver los resultados.

-¿Se ve muy afectado Sant Antoni por las fiestas ilegales?

-No más que otros municipios de la isla. Pero es un problema que hay que resolver. Son fiestas que se celebran sobre todo en viviendas diseminadas y esto ha crecido por el cierre del ocio nocturno. Nuestra policía local le tuvo que dedicar mucho tiempo a este tipo de fiestas y a los botellones durante la pandemia.

-¿Cree que se mantendrá el problema o desaparecerá con la reapertura del ocio nocturno?

-Creo que, cuando se abran las discotecas, se reducirá bastante porque la gente ya tendrá una oferta de ocio legal y reglada. No habrá necesidad de hacer este tipo de fiestas.

-¿Qué va a pasar con el puerto?

-El Govern ha optado por la peor solución al limitarlo a ferries de 65 metros de eslora. No es lo que quería la mayoría de las asociaciones del municipio y lo rechazan las navieras. Por otro lado, tenemos desde hace meses dos ferries abarloados de más de 65 metros. Tapan la puesta de sol desde la bahía. Es sorprendente que esto sí pueda estar aquí pero el tráfico no. El puerto parece ahora mismo un astillero donde arreglan barcos y por eso digo que se ha escogido la peor opción. O dejas llegar a ferries con gente o nada.

-Con cinco nuevos agentes, ¿está ya completa la plantilla de Policía Local?

-Estamos mucho mejor que en 2019. La plantilla está al 100% con 55 agentes y, de cara a 2023, podría ser que lo ampliáramos. Por otro lado, la delincuencia ha ido bajando y estamos contentos. La mayoría de las cosas son pequeños hurtos, agresiones... Nada que no suceda en otros sitios. Los incidentes graves ocurren puntualmente.

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