El sector de la pesca también está sufriendo en primera persona la escalada de los precios del combustible.
El representante de Peix Nostrum y portavoz de la Cofradía de pescadores de Ibiza, Pere Varela, mostraba ayer cierta inquietud respecto al precio del combustible que «ha pasado de valer menos de 50 céntimos a final de año a 1,29 euros a día de hoy (por ayer)». Ponía el foco en las embarcaciones de arrastre, «cuyo gasto en combustible supone entre un 50% y un 60% del total del coste, solo hay que hacer las cuentas».
Sin embargo, desde la Cofradía de pescadores de Ibiza, por el momento, su portavoz asegura que «no nos estamos planteando una subida de precios, porque al final lo acabará pagando el consumidor final». No obstante reconoce que «si no se encuentra otra solución, como último recurso sí que nos veremos obligados a subirlo».
El dilema sobre la subida del precio del pescado no acaba de estar resuelto en la cofradía. «Lo que pasa es que, si subes el precio, no se venderá el pescado. Y si no se vende ¿para qué vas a salir a pescar?».
La Federación Balear de Cofradías de Pescadores (FBCP) advertía de que el alto precio del combustible «puede impedir que la flota de pescadores salga a faenar diariamente», por lo que, tal como describe Varela, «es el pescado que se muerde la cola, nunca mejor dicho».
Amenaza de huelga
Según explica Varela, «el pasado lunes se reunió la Federación nacional de cofradías de pescadores (FNCP) con el ministro del sector, Luis Planas. Si no se ven resultados hay amenaza de huelga en el sector».
En cuanto a las posibles soluciones, Varela reconoce no tener claro en qué sentido deben ir las ayudas para obtener los resultados deseados ya que «la bajada de impuestos no valdría, por que (el combustible) ya lo tenemos prácticamente libre de impuestos». La respuesta podría ser «una reducción de la Seguridad Social del trabajador o de la cuota de autónomo del pescador. Pero la cuestión es que se nos ayude».
Varela no deja de enumerar las distintas trabas, a parte de la subida del combustible, que sufre el sector. «Cuando no son los cupos son las cuotas, si no son los polígonos vedados y ahora el gasoil. Al final ¿qué tendremos que hacer?».