El Mercat Pagès de Vila, en la calle Vicent Serra i Orvay, no vive su momento más álgido. Sólo dos puestos mantienen el ralentí del invierno en este pequeño mercado de producto fresco de la tierra, que los propios comerciantes, Pep y Catalina y sus familias, siembran y recolectan en sus propias fincas desde hace tantas generaciones que se pierden en sus recuerdos. Catalina Bonet y Pep Planells son quienes resisten en sus puestos del mercado payés, donde conviven desde la misma apertura del mismo.
En pleno mes de marzo, el repollo, la col, acelgas o las zanahorias son los productos del tiempo que colorean los expositores de Catalina y Pep. La gama de verdes pierde pronto el tono de las espinacas, que a media mañana ya se han agotado. Junto a la añeja báscula de Catalina se encuentra, como una corona, quién reina estos días en el veterano mercado: el espárrago.
El producto más ecológico
Ambos payeses confirman que durante estos días es «el mejor tiempo para los espárragos, la temporada dura un mes o mes y medio como mucho». Un producto que se recolecta directamente del campo, «aunque hay quién cuida de las esparragueras, lo que se hace siempre es ir a buscarlos al campo nosotros mismos», afirma Pep mientras Catalina señala el gran manojo que tiene en su puesto, «estos los recogimos mi marido y yo ayer por la tarde».
«Esto sí que es un producto ecológico», comentaba Cristófol, que traía productos de su huerto al puesto de Catalina, que además es su madrina. Un término, «ecológico», con el que el agricultor ibicenco tiene ciertas reticencias, «este término induce a mucho engaño, para que sea de verdad ecológico hay que cumplir una serie de requisitos muy estrictos que dudo que sigan muchos de estos que venden su producto como tal». Cristófol explicaba que, por ejemplo, «aunque no eches nada de químicos, a lo mejor el estiércol que has echado viene de animales que no cumplen las normativas ecológicas, es muy complicado».
Sin embargo, dónde no deja dudas es en la calidad del producto de proximidad y de temporada respecto al de las grandes cadenas que «tienen de todo durante todo el año, la gente ha perdido el norte». Respecto a los precios de los productos de proximidad, ni los comerciantes ni el agricultor piensan que puedan aguantar el duro embite que está suponiendo la guerra desatada en Ucrania: «Se han encarecido todos los costes, el gasoil del tractor pero también el abono, que ha doblado el precio y otros productos se han llegado a encarecer hasta un 300%», asegura Cristófol mientras Catalina apuntaba, «no te olvides de la comida de las gallinas: un saco de pienso valía 10 euros antes del verano pasado, a finales de año estaba a 13 euros y ahora ya vale 16».
El apunte
Tortilla de espárragos
Lali Ferrer es una de las vecinas y clientas habituales que tienen al Mercat Pagès como parada obligatoria a la hora de encontrar producto de la tierra y de confianza. Ayer se llevaba un buen manojo de espárragos con la ilusión de quién se hace con un tesoro. «Los haré en tortilla: los sofrío un poco con ajitos, les pongo un poco de cebolla y hago la tortilla con huevos payeses», así explica Lali. En un momento, su receta de un verdadero manjar. Ferrer reconocía que «en realidad a mí me gustan solos, con un sofrito de ajito y cebolla, mmm!… Pero como ahora hay muy pocos y el precio es alto, 1,80 este manojito, les hecho más ingredientes para hacerlos crecer». No oculta su pasión por este producto y cuenta que «cuando era más joven iba a buscarlos y los congelaba, así tenía para varios meses».
Otro producto que se ha colado en los últimos años en las estanterías de este mercado, que se cultiva con éxito en Ibiza y del que tanto Catalina Ribas como Pep Planells presumen de calidad es el aguacate, «es buenísimo el ibicenco», subraya Catalina mientras Pep ubica el origen de los que ofrecen a sus clientes «en una finca cerca de la nuestra, en Santa Gertrudis». No dudan en que los productos que acompañan al espárrago en el trono son la acelga, el repollo, la col y la espinaca.