La representación jurídica de la Comunidad de Propietarios del edificio Life Boas de Ibiza rechaza las acusaciones vertidas por la compañía SFP Investments Corporation de estar en connivencia con una serie de propietarios que explotaban determinadas viviendas de este edificio para uso turístico.
«No ha existido complicidad o aquiescencia de los órganos de la Comunidad de Propietarios con los propietarios infractores», asegura el abogado Ramón Conde Ortega en su escrito de contestación a la demanda interpuesta por la compañía afincada en las Islas Barbados.
Según desgrana Conde ante el juez instructor de la causa, la junta de propietarios en ningún momento ha permanecido inactiva ante las denuncias vecinales, ya que «ha cumplido lo acordado en las diferentes juntas generales, junto a la prescripción estatutaria y demás normativa de aplicación, persiguiendo, en suma, las actividades prohibidas en el edificio con la consiguiente indagación y averiguación de las pruebas suficientes».
En este sentido recordó que, cuando se tuvo conocimiento de que una vivienda podría estar siendo utilizada como piso turístico, «actuó y sigue actuando», aunque reconoció que, a veces, «es difícil poder demostrar y probar si un alquiler es legal o de corta duración vacacional».
Control de acceso
Para poder lograr estas pruebas, la Comunidad de Propietarios procedió, entre otras cosas, a realizar un control de acceso al edificio y a la instalación de 57 cámaras de seguridad. Una vez recabadas estas evidencias, se procedió a interponer las pertinentes denuncias ante el Consell d'Eivissa.
Este extremo fue confirmado por la máxima institución de la isla, que confirmó que personal del departamento de Lucha contra el Intrusismo había realizado varias inspecciones en el edificio «y se han abierto diligencias». Asimismo, desde el Consell excusaron no dar más detalles de los expedientes abiertos «hasta que no se resuelvan».
El pasado 22 de enero el juzgado de Primera Instancia número 3 de Ibiza dictaminó, de manera cautelar, el cese inmediato de la comercialización para uso turístico de viviendas en el edificio Life Boas de la ciudad de Ibiza, un edificio plurifamiliar emblemático al haber sido diseñado por el premiado arquitecto Jean Nouvel.
El magistrado adoptó esta decisión al estimar que existen «claros indicios» de la explotación de determinadas viviendas de este edificio para uso turístico, algo que está terminantemente prohibido en sus estatutos, y ante la pasividad mostrada por la Comunidad de Propietarios, según señaló el magistrado en su auto.
Una medida cautelar que aplaude en su escrito el abogado de la Comunidad de Propietarios, aunque discrepa de que haya habido «pasividad» por parte de sus representados.
El apunte
«Entramado o negocio turístico»
El auto judicial estimaba que en el edificio Life Boas de Ibiza existía «todo un entramado o negocio turístico» para ceder viviendas para estancias turísticas de corta duración que, a la postre, «redunda en perjuicio de los elementos materiales de la comunidad y de los propietarios de las viviendas que la integran». Consideraba el magistrado que dicha conducta venía desarrollándose como mínimo desde el año 2019,