La Plataforma per la Llengua Illes Balears ha remitido una carta a la alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer para que «reconsidere la decisión de ofrecer clases de castellano a los refugiados ucranianos» y se ofrecen a organizarlas en catalán.
Esta «ONG del catalán», como se autodenominan, exige directamente a Ferrer que «reconsidere su decisión». «Santa Eulària debe ser un referente de integración para el resto de municipios isleños y para serlo hace falta que promueva el catalán como lengua de integración», expresan a través de un comunicado en su web. En este sentido, valoran «muy positivamente» el hecho de que se busque el «arraigo lingüístico de los refugiados ucranianos», pero afirman que es «incomprensible e inaceptable que los cursos previstos sean en castellano y no en catalán».
Desde el Ayuntamiento de Santa Eulària explican que no hay ninguna decisión ni dispositivo específico sobre la inmersión lingüística de los ucranianos. Lo que sí precisan es que «desde el inicio del conflicto se ha brindado todo el apoyo a la comunidad ucraniana local, como puso de manifiesto la recogida de alimentos y productos de primera necesidad del pasado 5 de marzo coordinada con los medios municipales y voluntarios de Protección Civil del municipio.
Posteriormente, se ha prestado toda la ayuda posible a través de Servicios Sociales y otros departamentos para facilitar la acogida de personas refugiadas. En cuanto a los cursos de catalán, el Consistorio de la Villa del Río «lleva 21 años realizando cursos de catalán abiertos a toda la población y con costes reducidos (incluso con bonificaciones para que el precio se reduzca a la mitad o sean completamente gratuitos para los grupos de población con mayores dificultades económicas).
De hecho, la convocatoria de invierno (se hace otra en otoño) está en estos momentos en marcha, con unos 135 alumnos y alumnas en los diferentes niveles ofertados. La Escuela de Adultos ofrece también en el municipio dos cursos del nivel A1». Expresan, además, «que los trabajos de apoyo a la integración incluyen también cursos de castellano para ciudadanos europeos, que se ofrecen como respuesta a la demanda que se nos transmite de los residentes en el municipio».
«Queda, por tanto, cubierta la demanda en ambos idiomas y cualquier ciudadano europeo puede optar por la formación en el idioma que desee», concluyen.