Sara Justo, escritora del libro Crecer para educar y formadora de docentes, es la representante del equipo de coordinación pedagógica del colegio Waldorf y explica que «es una escuela basada en el aprendizaje a través de la experiencia. Gracias a la práctica, el alumno obtiene conclusiones y aprende y, que ellos puedan crear sus conocimientos, los hace libres. También le damos mucha importancia al mundo emocional desde los cuentos, las narrativas y desde el arte». En esta escuela, no tienen libros de texto como habitualmente observamos en otros colegios. «Los niños crean sus propios libros de texto y de esta forma integran los contenidos. Además, trabajan el orden, la memoria, la caligrafía... Personalizan y crean sus propios cuadernos con ilusión, algo que con los libros convencionales no pueden hacer», aclara Justo.
Sin «notas numéricas»
Las evaluaciones son diferentes a las tradicionales. La coordinadora pedagógica manifiesta que en las evaluaciones no hay «notas numéricas». Así, se evita la comparación, la competencia y la presión por las pruebas. «Un número no ayuda a saber qué hay que mejorar. Por eso las evaluaciones que se hacen son cualitativas. Explican detalladamente qué hay que mejorar en cada caso».
La coordinadora expresa que «en cuanto a contenidos como Lengua y Matemáticas van más avanzados que algunos colegios ya que como se trabaja desde la experiencia desarrollan un conocimiento más estructurado. Otros contenidos relacionados con ciencias aparecen más tarde que en otras escuelas porque los contenidos se basan en el momento evolutivo del niño. Pero cuando terminan sexto de primaria han adquirido todos los conocimientos que adquiere un niño de su edad en un colegio convencional», según afirma.
Árboles y naturaleza
El centro se encuentra detrás del parque de bomberos de San Rafael y dispone de un espacio repleto de árboles y naturaleza. Hay actividades y clases que se desarrollan en el bosque, también tienen gallinas y un huerto que los alumnos y docentes cuidan. La naturaleza es algo que está en el día a día, «es muy importante en nuestra escuela y por eso el respeto al medio ambiente y sus ritmos es uno de nuestros valores esenciales», sostiene la representante de coordinación. Durante el curso se celebran diferentes eventos. De hecho, hoy sábado se lleva a cabo un mercadillo con fines benéficos para «cubrir la economía del proyecto y que pueda ser sostenible». La coordinadora explica que crearán un bonito día en el que habrá puestos de libros, comida ecológica, música en vivo, talleres... «Intentamos que las familias no tengan una cuota muy alta y esta es una forma de becarlas».