La piratería en el mundo del taxi no es ninguna novedad entre las noticias de un verano ibicenco cualquiera. Sin embargo, este año los piratas han ampliado su radio de acción y han empezado a actuar en pleno puerto de Ibiza.
La luz del día tampoco es un problema para los piratas, que este viernes a las dos de la tarde ya estaban actuando con total normalidad e impunidad. La presencia policial en la zona no parecía disuadirles. El descaro les lleva hasta el punto de captar a sus clientes en la misma cola de los taxis legales. Les roban los clientes a los taxistas legales ante sus propias narices. Así lo pudo comprobar este viernes in situ Periódico de Ibiza y Formentera durante la tarde de este mismo viernes, tras la denuncia que la asociación de taxistas Élite Corsaris hizo llegar a este rotativo.
Impunidad y amenazas
Desde la asociación de taxistas Élite Corsaris d'Eivissa explicaron este viernes que los piratas del taxi operan desde el principio de temporada en el puerto de Ibiza, ya que es un sitio de «mucho tránsito, donde captan viajes de forma fácil, tanto de noche como de día». Así se aprovechan de la cola de gente esperando que se genera en momentos puntuales por la falta de taxis legales. Afirmaron, además, que los conductores ilegales actúan con total impunidad. «El año pasado vimos alguna actuación de la Policía Local de Vila en el puerto, pero este año no hemos visto ninguna», señalan.
En este sentido, afirman que este año no han visto tampoco actuar a los inspectores del Consell d'Eivissa ni del Govern en esta zona de concentración de piratas. Desde esta asociación de taxistas recuerdan que los piratas del taxi les amenazan, además de amedrentar a algunos clientes, y ha habido casos de venta de drogas y robos en casas y villas por parte de taxistas pirata.
‘Modus operandi'
Periódico de Ibiza y Formentera pudo comprobar este mismo viernes las denuncias de Élite Corsaris d'Eivissa. Pocos minutos antes de las dos de la tarde llegaba por la avenida de Santa Eulària uno de los coches sospechosos de piratería. Un Peugeot 307 sw de color gris. Al cabo de unos minutos, dos individuos se acercaban a la cola de turistas que esperaban su turno en la parada de taxis de manera estoica bajo el sol. El primero de los dos individuos, más delgado que su compañero, pero vestido también con pantalón corto vaquero y camiseta negra, no tardó en captar a los primeros clientes, con los que desapareció dirección a Bartolomé Roselló.
A su compañero, mucho más corpulento y oscuro de piel, tampoco le costó mucho captar a sus primeros clientes de la tarde. Tras un par de negativas, una pareja de hombres se paró a escuchar lo que este individuo ofrecía metros antes de incorporarse a la cola para esperar a un taxi.
En menos de un minuto, tras mostrarse algo en el teléfono (presumiblemente la ubicación del destino), el segundo hombre ya estaba acompañando a la pareja en dirección a la calle Bartomeu Vicent Ramon, obviando los pasos de peatones que hay a pocos metros y esquivando a una unidad de la Policía Local. Allí les esperaba el Peugeot gris, aparcado en al principio de la misma calle. Este mismo hombre se encargó de conducir a los turistas a su destino, así como de acelerar y pegar un brusco volantazo al percatarse de la presencia de cámaras de este rotativo que captaban el momento del servicio ilegal. Estos dos piratas, según ha podido saber este periódico, son ya experimentados, pues por las noches captan viajes a las salidas de las discotecas y también operan en el aeropuerto de Ibiza.
Según denuncian taxistas legales, los piratas aprovechan que la zona azul de Vila se para de 14.00 horas a 17.00 horas para intentar captar clientes en este céntrico punto de la ciudad de Ibiza.