El Consell d'Eivissa está en conversaciones con diferentes cadenas hoteleras y propietarios de hoteles para tratar de encontrar alojamiento para los 80 guardias Civiles que a partir del 1 de julio llegarán a la isla de Ibiza como refuerzo veraniego.
El presidente de la institución, Vicent Marí, reconoció que, pese a no ser una competencia de su administración, «hay que dar un alojamiento digno a estos agentes» por lo que «desde el Consell haremos todo el esfuerzo necesario» para lograrlo. «Ibiza necesita más agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional», apuntó Marí, ya que «la seguridad es básica para la isla y para cualquier otro destino turístico». «El hecho de que se incorporen 80 agentes que acaban de salir de la academia y que su primer destino sea Ibiza hay que alabarlo», indicó el presidente de la máxima institución ibicenca, que pese a todo criticó que «en este caso no se haya previsto el alojamiento para estos Guardias Civiles».
«Alojamiento digno»
Vicent Marí manifestó a su vez su satisfacción por la llegada de estos efectivos, que se suman al resto de grupos de la Benemérita que se han trasladado en las últimas semana a Ibiza a prestar sus servicios. En ese caso, los guardias civiles se alojan tanto en el recinto de Sa Coma como en diferentes hoteles de la isla. «Hay un contacto y una colaboración entre el Consell y la Guardia Civil, y en este caso con estos 80 nuevos Guardias Civiles también haremos todos los esfuerzos para que tengan un alojamiento digno, que es lo que creo que se merecen ya que vienen a cuidarnos, tanto a los ibicencos como a los turistas. Es lógico que dispongan de un lugar donde poder descansar en las condiciones ideales», concluyó el presidente insular
La asociación española de Guardias Civiles ya alertó la semana pasada de que «si se sigue mirando para otro lado, este verano los guardias civiles en prácticas tendrán que dormir en sus coches». Desde la asociación indicaron a su vez que «con un paupérrimo sueldo de 1.000 euros» dichos agentes «están encontrándose auténticas dificultades para encontrar una vivienda en la que residir». Una problemática que reconocen que también sufren los guardias civiles destinados en las islas, al igual que el resto de funcionarios en mayor o menor medida, «aunque en las Pitiusas la situación es aún más grave». «La falta de vivienda y la carestía de la vida han hecho que este destino ya no sea deseado», reconocieron. «Nadie quiere venir y muchos se quieren ir», apostillaron desde la asociación, lo que ha provocado «que las plantillas se hayan reducido a niveles nunca vistos».
Ante esta grave situación, insistieron en la necesidad y en la urgencia de tomar medidas, y la primera de ellas la revisión de la indemnización por residencia, que debe ser «ajustada a la realidad».
Inacción de la Administración
«La falta de pabellones, el parece que fallido intento de crear un nuevo acuartelamiento en Sant Josep y la inacción de la Administración están causando estragos en los servicios públicos de las islas y las vidas de sus funcionarios y familias», recalcaron desde la Asociación Española de Guardias Civiles.
Otra solución aportada por este colectivo es hacer uso de las residencias militares de Ibiza, que «podrían ser un espacio donde los guardias civiles en prácticas pudieran alojarse, al menos hasta que puedan encontrar una vivienda donde residir, lo que se antoja difícil», reconocieron. «De lo contrario, si se sigue mirando para otro lado, este verano, guardias civiles en prácticas tendrán que dormir en sus coches».