En el Mercat Nou de Vila no solo se encuentra el mejor producto autóctono de Ibiza. También podemos hacernos con multitud de productos de lo más exóticos.
Algunos de ellos tratan de hacerse un hueco en la cesta de la compra de la clientela del mercado, mientras otros han conseguido hacerse un lugar habitual, tanto en las despensas como en el campo ibicenco.
Este es el caso de, por ejemplo, el aguacate. «Probaron de cultivarlo en Ibiza y ha resultado que agarra muy bien», explica Marga Boned desde su puesto en el Mercat Nou de Vila. «También es verdad que, durante los años, se han intentado sembrar otros productos que no han llegado a funcionar», admitía Boned respecto a los intentos de cultivo de kiwi o plátano en la isla. En el puesto de frutas y verduras Maria Cardona, en el mismo mercado, Mónica añadía a la lista de productos exóticos con éxito en su cultivo en tierras ibicencas a la fruta de la pasión, así como el phisalis.
El phisalis es un fruto, emparentado con el tomate, que, aunque se usa para ensaladas, el atractivo de sus hojas envolviendo al fruto hacen que su uso se extienda a la decoración en pastelería. Su origen es sudamericano, el mismo que la gran mayoría de productos exóticos disponibles en el mercado.
Sabor y vista
Su uso en decoración también es compartido en muchos de ellos. Este es el caso de la carambola, también conocida como fruit star debido a su forma de estrella en su corte transversal. Su origen es colombiano y cada una de las piezas tiene un valor de 3,5 euros.
También es objeto de decoración la ‘fruta dragón' o pitahaya, de origen sudamericano, aunque también combina un alto valor vitamínico y, cómo no, económico. Cada una de sus piezas vale 11,5 euros y tiene un peso aproximado a 0,5 kilos.
Otros productos exóticos en su momento ya están superando este adjetivo y haciéndose cada vez más populares y familiares. Este es el caso de la papaya, una sabrosa fruta que Marga Boned recibe desde Brasil, de algo más de un kilo cada pieza, cuyo precio asciende a 7,80 euros el kilogramo. El mango también es un fruto bien conocido en la gastronomía popular. Sin embargo, su origen es sudamericano. A 14,50 euros el kilo, una pieza de este fruto puede acercarse a los siete euros. Un precio similar al de la piña, otra fruta que ha sabido hacerse, para bien o para mal, su sitio en cualquier paladar y que Esther, en Marga Boned apunta que reciben desde Costa Rica.
No todos los productos exóticos vienen de Sudamérica. El jengibre también tiene ya su lugar en muchas despensas y proviene de China. Aunque su precio, 5,80 euros el kilo, pueda parecer elevado, su rendimiento hace que no sea caro. Se trata de un producto muy popular en Inglaterra, tal como explicaba Juanita, una turista británica que lleva «medio siglo viniendo a Ibiza dos veces al año». Juanita es de Oxford y explica que usa el ginger (jengibre) «para hacerme infusiones, pero también para cocinar platos como el pollo al curry. También para hacer caramelos, con mucho azucar, que también los uso para hacer algunos platos. Le da un toque especial», explicaba a Periódico de Ibiza y Formentera la fiel turista británica.