El Ayuntamiento de Santa Eulària ha puesto en funcionamiento el sistema de bombeo para la recirculación del agua en Cala Llonga, para evitar la concentración de microalga en esta zona turística, y ha contratado a una empresa especializada para monitorizar la calidad del agua. La inversión total de la intervención ha sido de 310.000 euros, según ha informado este viernes el Consistorio.
La alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, ha manifestado que se trata de una intervención «muy importante» para esta zona turística de Santa Eulària al tratarse de «la principal reclamación de los vecinos, comerciantes y sector hotelero». «Todos sabemos la importancia que tiene la imagen de nuestras playas de cara al exterior. Era un objetivo prioritario para nosotros la instalación de estas bombas en una zona con tanto peso turístico como es Cala Llonga, pero que también tiene una gran afluencia de residentes», ha asegurado la primera edil.
El sistema contará con tres bombas impulsoras y tres bocas de salida de agua (una en cada canal de servicio, en el que está prohibido el baño, y otra en el centro de la playa). Funciona mediante la impulsión de agua fría desde una zona exterior y más profunda hasta la zona de baño, lo que impedirá el estancamiento de esta microalga muy común en determinados enclaves del Mediterráneo. Pese a que pueda dar la imagen contraria, esta alga no es tóxica, pero tiñe de un color verdoso el agua de la zona de baño. Se trata de un sistema similar al utilizado en otros puntos de Ibiza y que lleva varios años en funcionamiento con buenos resultados.
Las salidas de agua no suponen ningún peligro para las personas y el sistema no es fijo, ya que permite ser desmontado durante la temporada de invierno. Además, el sistema cuenta con medidas de filtrado de objetos para impedir la posible aspiración de estos en el punto de toma de agua y su traslado al punto de bombeo.
El Consistorio ha contratado a una empresa, que tomó muestras antes de la instalación del sistema de recirculación, para hacer el seguimiento de los parámetros ecológicos y determinar el grado de mejora del agua de baño tras la puesta en marcha de las bombas.