Durante la mañana de este sábado, una bañista se encontró con una tortuga atrapada por un saco que, se había enredado en sus aletas delanteras, le impedía nadar y hacía que la corriente la arrastrara.
«Mientras hacía esnórquel vi unos plásticos flotando, cuando me acerqué a recogerlos pude ver que había una tortuga atrapada» relataba Ana, que explica que tuvo que esquivar algún mordisco de la tortuga al tratar de liberarla del plástico. «Pedí ayuda y un chico, que estaba en la playa, no dudó en venir nadando para sacarla del agua y tratar de quitarle los plásticos», explicaba la protagonista del hallazgo del ejemplar de careta careta.
Una vez en la playa, «se acercó un pescador y, como si fuera un cirujano, logró quitarle todo lo que le enredaba la aleta con una pequeña tijera» explicaba la nadadora. De esta manera y, «tras comprobar que no tenía ninguna herida», numerosos curiosos fueron testigos de la liberación de la tortuga mar adentro.