La llegada de tres cruceros con más de 8.000 personas a bordo el pasado miércoles al puerto de Botafoc, puso en evidencia que los servicios no están dimensionados para recibir la llegada de esa cantidad de gente al mismo tiempo.
Mientras en la parada de taxis no aparecían los vehículos, la única línea de autobús con servicio regular, que ofrece la empresa Sagalés a través de una Autorización Ocupacional Temporal de la Autoritat Portuaria de Balears (APB), se llenaba en seguida con los cruceristas que descubrían donde estaba y lo mismo pasaba con el servicio de City Boat.
La APB ha indicado este jueves, respecto a estas situaciones de llegada simultánea de cruceros, que no tiene potestad para fijar cuáles y cuántas escalas llegan al puerto. «Siempre que la operativa y la seguridad lo permitan, no se puede negar una escala. Otra cosa es que, como ha sucedido en Palma, las navieras y el Govern lleguen a un acuerdo para organizar las llegadas», apuntaron.
Un acuerdo que en el caso de Ibiza no existe y que deberían alcanzar, según conretaron desde APB, las navieras y el Govern.
Desde el Ayuntamiento de Ibiza valoraron «que la llegada de cruceros debería hacerse de manera escalonada y en ningún caso deberían llegar más de dos cruceros al día, algo que ya se ha trasladado en varias ocasiones a la APB».
Falta de planificación
El episodio del pasado miércoles reflejó «falta de planificación», según el presidente de la Pequeña y Mediana Empresa de Eivissa y Formentera (Pimeef), Alfonso Rojo.
«Las infraestructuras de la isla y los servicios son los que son. Autobuses y taxis ofrecen sus servicios normales en esas franjas horarias y asumir una cantidad tal de turistas en un espacio corto de tiempo no es para lo que estamos preparados. No porque no haya profesionales, que los hay. Quizás tenemos que intentar que se escale la llegada de esos turistas», valoró el presidente de la Pequeña y Mediana Empresa de Eivissa y Formentera (Pimeef).
Algo que no implica, según Rojo, que no puedan llegar tres cruceros a puerto, «que quizás sea nuestro tope», sino espaciar la llegada de estos buques para facilitar la operativa de desembarco y transporte.
«No podemos crear una infraestructuras que luego esté sobredimensionadas para lo que necesitamos en en la Isla», añadió el presidente de Pimeef.
Advirtió que este tipo de episodios suponen «pegarse un tiro en el pie» para la Ibiza, dando mala imagen a los visitantes. «No digo que haya que poner un tope, pero lo que no puede ser es que en un día lleguen tres cruceros y al día siguiente no haya ninguno. Si se distribuyen esas escalas los turistas disfrutarán más y será más fácil darles servicio».
Servicio de taxi
Respecto a la falta de servicio en la parada de taxi, Vila indicó que «en la última reunión que el Ayuntamiento mantuvo con el sector, se requirió a los taxistas que tuvieran presencia en la parada de la estación marítima».
Señalaron, a pesar de ello, que el teléfono del servicio de taxi es insular y que los taxis de todos los municipios pueden atender los servicios del puerto.
Recordaron que «los taxistas tienen la obligación de atender los servicios que entran a través del GPS y que están considerados servicios esenciales, es decir, hospitales y también puerto y aeropuerto. En este sentido, recordar que si se registra que han rechazado peticiones de servicios del puerto, serán sancionados».
Autobús
En cuanto al servicio de autobús que se ofrece desde el pasado 1 de agosto y hasta el 31 de octubre desde la estación marítima de Botafoc, la APB recordó que no es competente en la gestión del transporte terrestre y que este servicio es una una autorización de ocupación temporal de la empresa Sagalés que gestiona la propia empresa.
No existe línea de transporte regular público que llegue a la estación marítima de Botafoc. Desde el Consell indicaron que el servicio de autobús que llega a la estación de ferris compete a APB, aunque el ente niega tener ninguna competencia. Desde el Consell no hicieron valoración sobre la gestión del turismo de cruceros.