Si no fuera por la vivienda de protección oficial que le entregaron en julio, Carmen reconoce que se tendría que haber marchado de la isla. Al mismo tiempo, esta nueva vecina de la calle Xarc lamenta que las VPO construidas por el Instituto Balear de la Vivienda (IBAVI) presentan deficiencias y, en algunos aspectos, dejan mucho que desear. Según considera, si debe pagar un alquiler mensual de 560 euros, «lo lógico es que pueda acomodarme».
Aunque el acto ‘oficial' de entrega de llaves tuvo lugar a comienzos de julio, ha sido ahora cuando esta mujer se ha trasladado a su nuevo hogar. «La cocina es muy pequeña y casi no está amueblada, pero yo estoy muy contenta y agradecida. Mi sorpresa ha sido que, cuando he ido a instalar mi lavavajillas, solo me entra la mitad y eso que el aparato tiene un tamaño normal», relata Carmen.
Según esta vecina, a otros inquilinos con la misma problemática, el Ibavi les habría asegurado ya que no va a realizar ningún tipo de modificación. Para Carmen, «no se trata de eso, sino de hacer las cosas bien». «Por lo visto, no soy la única. Los demás se han buscado la vida como han podido. No me parece normal. Si el espacio para el lavavajillas está mal hecho por los carpinteros, que el Ibavi les llame y que lo arreglen», insiste.
Carmen recuerda cómo ha estado «mucho tiempo» inscrita en el Instituto Balear de la Vivienda y destaca que uno de sus tres hijos sufre una discapacidad: «Parece que se ponen la medalla por entregarnos las viviendas y eso lo deberían hacer cada cierto tiempo para la gente de Ibiza porque hay muchas personas necesitadas. Yo me he podido quedar en la isla porque me ha tocado una vivienda del Ibavi».
Al mismo tiempo, lamenta que, teniendo un hijo con discapacidad, no le han entregado una vivienda adaptada. «Ni han mirado que, con tres hijos, la casa tenga un balcón para poder tender ropa», puntualiza también.
Carmen lamenta también el mal estado de algunos acabados, con puertas «hechas polvo y, la que no me arrastra, está manchada. Además, no hay ni un armario en toda la casa y los marcos de las ventanas están ya hinchados por abajo. El piso está bien, pero te lo entregan vacío».
«Nos dijeron que iban a cambiar las puertas. Ha pasado un mes desde que nos dieron las llaves y nada. Soy exigente porque voy a pagar y no me van a regalar nada y, por tanto, quiero mis cosas en condiciones», insiste.
También reconoce que le sorprenden algunas prohibiciones reflejadas por contrato, como no poder instalar en las viviendas aparatos de aire acondicionado e incluso colgar cuadros en las paredes. «Hay algunos puntos en los que el Ibavi se pasa un poco. Hay personas mayores en el edificio y en las casas llegamos a unas temperaturas con las que no se puede estar», explica.
Lorena, otra de las inquilinas de las VPO de la calle Xarc, recuerda también cómo tuvieron que desmontar protecciones y otros elementos del lavavajillas para que el electrodoméstico encajara en el espacio reservado en la cocina.
En su caso, desde el Ibavi sí se comprometieron a solventar otras incidencias detectadas en los acabados del piso.
Desde la Conselleria balear de Movilidad y Vivienda han confirmado este viernes no tener constancia de ningún problema en estas viviendas de protección oficial. Según añadieron, los arrendatarios tienen el contacto del trabajador social y de la persona de mantenimiento asignada a la promoción que va atendiendo las necesidades que se van generando, priorizando los trabajos más urgentes.
Las viviendas
A comienzos del pasado mes de julio, representantes del Govern y del Ayuntamiento de Ibiza entregaron a sus nuevos moradores las llaves de las 19 viviendas de protección pública situadas en la calle Xarc número 15 y que fueron construidas por el Ibavi. Se trata de una de las cuatro promociones que el instituto balear ha impulsado en Ibiza en solares cedidos por el Consistorio de Vila.
En la promoción de la calle Xarc, que ocupa un solar de 1.406 m2, fueron invertidos 2.415.930 euros (precio de ejecución, IVA excluido).
Las VPO cuentan con dos pisos adaptados y hay además cinco viviendas de tres dormitorios (de entre 85,95 m2 y 90 m2); siete viviendas de dos dormitorios (de entre 67,98 m2 y 72,97 m2) y siete viviendas de un dormitorio (de entre 36,46 m2 y 46,56 m2). El edificio también tiene 19 aparcamientos, dos de los cuales son adaptados.
El alquiler más caro asciende a 495 euros mensuales, sin gastos, y el más económico se sitúa en los 200,53 euros.