La biblioteca municipal de Sant Antoni ha demostrado este martes por la tarde que goza de una magnífica salud después de sus primeros 40 años de vida.
Lo hizo con una gran fiesta que tenía que haberse celebrado el viernes 26 de agosto pero que se tuvo que suspender por causas meteorológicas. Algo que, afortunadamente, no desanimó a los muchos asistentes que acudieron a disfrutar con lo que se habría preparado para la ocasión, el cuentacuentos para niños a partir de 3 años Nina la cuinera a cargo de Anakrònika y distintas actividades de animación infantil, manualidades infantiles y otras sorpresas que hasta las 21.00 horas organizaron en la pista deportiva que hay detrás de la biblioteca de forma conjunta Sonrisas Mágicas y los miembros de la Associació S'Espurna.
También hubo un sencillo acto institucional con el alcalde, Marcos Serra, y un merecido reconocimiento a las que fueron las primeras bibliotecarias, Antonia Sala y Manuela Bonet, y a la socia Maria Ribas por sus donaciones de libros hechas a lo largo de los años.
Según ha explicado este martes a Periódico de Ibiza y Formentera la actual bibliotecaria del centro, Gara Planells Torres, el éxito del acto demostró el importante papel que sigue jugando la biblioteca en la vida diaria de Sant Antoni. «Yo entré en el 2017, cuando se jubiló Manoli, y desde el primer momento, sin ser de aquí entendí la importancia de este centro gracias, entre otras cosas, al trabajo de una persona como Manoli a la que todo el mundo recuerda con tanto cariño».
En este sentido, la propia Gara aseguró que tiene un trabajo muy gratificante. «Estoy muy contenta de trabajar aquí, tanto en la parte de dentro como de fuera cara al público porque a mi me encanta leer todo lo que llega a mis manos, sobre todo en materia infantil, y así poder informar y recomendar a todo aquel que viene pidiendo información o consejo».
40 años de historia
La biblioteca municipal de Sant Antoni se inauguró hace cuatro décadas, durante las Festes de Sant Bartomeu de 1982, siendo alcalde Vicent Marí Prats.
Durante sus primeros días ocupó un local de unos 100 metros cuadrados en el edificio Cervantes hasta que en 2011, siendo alcalde Pepe Sala, se llevó a cabo una ampliación y remodelación completa de la infraestructura, que pasó a ocupar todos los bajos del ala de levante del edificio, quedando 530 metros cuadrados para cinco salas, un depósito y un despacho.
Ahora cuenta con tres salas de lectura y estudio, un espacio de uso y consulta de ordenadores, un espacio infantil y una sala para el club de lectura o talleres. Además, este año se ha cambiado la iluminación interna con LED y luz blanca, se ha instalado un buzón exterior para dejar los préstamos durante todo el día, modernizado el logotipo e imagen y se acabará de insonorizar las salas.
También acoge un Punt d'Autoaprenentatge de Català y se realizan cuentacuentos, actividades de fomento de la lectura y próximamente contará con su propia web gracias al apoyo de del Ministerio de Cultura y Deportes.
En estas cuatro décadas ha expedido casi 9500 carnets de socio y tiene una media de unos 1400 usuarios mensuales. En cuanto al fondo bibliográfico, la biblioteca cuenta con un total de 36.500 documentos, que renueva y actualiza de forma periódica gracias a las compras y también a las donaciones de algunos vecinos.