La entidad estatal de suelo Sepes, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y responsable del proyecto de urbanización de can Escandell, en Ibiza, se defendió este viernes de las críticas de los grupos ecologistas de la isla asegurando que este plan urbanístico «elevará la calidad urbana del municipio». «Nuestro principal objetivo», señalaron fuentes de la entidad, «es mejorar el acceso a la vivienda en una zona declara tensionada por los precios de sus alquileres».
Las mismas fuentes recordaron que las dificultades que experimentan los ciudadanos de Ibiza para poder acceder a una vivienda significan «un lastre para el desarrollo social y económico». Y subrayaron que este proyecto, impulsado por el Gobierno central, «cuenta con un sólido consenso y acreditada colaboración interadministrativa».
El Sepes respondía así a las graves críticas lanzadas por grupos de como el GEN-Gob y Prou en contra de este proyecto, que contempla la construcción de 532 viviendas, un gran parque público y diversas dotaciones. Además, está previsto que en la misma zona se levanten un colegio y un estadio de fútbol. De estas viviendas, algo más de 400 se destinarán a «alquiler asequible». El GEN-Gob ha presentado alegaciones contra el proyecto, que se encuentra ahora en exposición pública, y lo ha calificado de «salvaje y aberrante». La asociación presidida por Joan Carles Palerm considera que «no se sostiene por ningún lado desde el punto de vista medioambiental» y que sus responsables utilizan el argumento de la falta de vivienda para «continuar masificando y edificando el municipio».
El GEN-Gob recordó que existen en Vila unas 6.000 viviendas en las que no hay nadie empadronado y que, de salir al mercado del alquiler, podrían dar servicio a unas 18.000 personas. Por ello creen que «la justificación no existe», según indicó días atrás la número dos de la asociación, Neus Prats, «es pura falacia y una mentira».
A las críticas del GEN-Gob se sumó este viernes la también asociación ecologista Amics de la Terra. Su responsable, Hazel Morgan, indicó en un comunicado que es necesario plantearse la pregunta de «si en unos años, la población ibicenca tendrá suficientes recursos para poder vivir sobre este pedazo de tierra». Morgan aseguró que «todos los datos científicos objetivos dicen que no» y alertó de que es necesario «comprender la magnitud e implicaciones» de la falta de recursos, «aceptarlo y actuar en consecuencia». Por ello, pidió también «cuestionar en profundidad» el proyecto de can Escandell y «buscar soluciones» para lograr «una transición eco-social justa, solidaria y respetuosa con el entorno y los recursos naturales».
PROU es otro de los grupos que también ha criticado duramente el proyecto de can Escandell. En su caso, ha calificado de «aberración» este plan urbanístico y ha exigido la retirada del mismo apelando a que en Vila no cabe «más crecimiento». Al igual que el resto de entidades ecologistas, los miembros de PROU consideran que el proyecto no está «justificado» y que «masificar todavía más es agravar el problema» en lo que se refiere a la falta de vivienda. «El discurso simplista de utilizar la problemática existente en materia de vivienda y atribuirla a una inexistente falta de pisos denota una preocupante falta de capacidad de análisis y gestión por parte de las administraciones públicas», señalaron el pasado jueves en un comunicado.
Para el Sepes, los ecologistas de Ibiza no tienen razón en sus críticas. La entidad estatal recordó este viernes que el proyecto contempla la creación de «un gran parque urbano de cerca de nueve hectáreas» cuyo diseño ha sido adjudicado mediante un concurso público de ideas. Además, el 90% de los terrenos de can Escandell en los que actuará se dedicarán a «dotaciones y espacios públicos», incorporando «equipamientos sociales, educativos y deportivos» y respondiendo a «La necesidad de dotaciones públicas de toda la ciudad».
Consolidación
«Se trata», indicaron las fuentes consultadas por Periódico de Ibiza y Formentera, «de una intervención de consolidación urbana que integra espacios hoy residuales en el tejido de urbano de la ciudad, propiciando la cohesión social y elevando notablemente la calidad urbana del ámbito». A esto añadieron que «los aspectos medioambientales han sido cuidadosamente tratados» en áreas como «eficiencia energética, movilidad saludable, tratamiento de zonas verdes y, con particular detalle, la suficiencia de los recursos hídricos».
El Ayuntamiento de Ibiza, por su parte, no quiso valorar las alegaciones presentadas por el GEN-Gob ni las críticas de los ecologistas. En este sentido, fuentes municipales señalaron que el GEN-Gob «está en su derecho de presentar las alegaciones que considere oportunas y que resolverá la administración estatal en tiempo y forma». Sin embargo, también indicaron que el Consistorio considera el proyecto de can Escandell como «una intervención pública que mejorará el acceso a la vivienda en una ciudad muy tensionada por los precios del alquiler y por la práctica del alquiler turístico». «Esta carencia de vivienda», añadieron, «dificulta a toda la ciudadanía el acceso a la vivienda, pero muy especialmente a los jóvenes de nuestra ciudad».
El apunte
Un concurso de un millón de euros, desierto
Gisela RevellesEl apunte
Este plan no soluciona nada, es más lo agrava. Ibiza municipio está saturado en todo caso hay otros municipios más descongestionados que es donde se puede construir, pero tampoco hay que construir más, hay que utilizar debidamente lo construido y no dedicarlo a especular