Una temporada mejor de lo esperado, con periodos excelentes, pero con beneficios inferiores a las expectativas por la inflación.
Las patronales Pimeef y CAEB coinciden en su análisis de los resultados de la primera temporada «normal» tras dos años de intenso impacto de la pandemia de covid-19. Unos resultados de los que subrayan que no se pueden quejar en absoluto, pero que se deben matizar.
«Hemos trabajado mucho, pero a cualquier precio. No se ha podido hacer previsión en cuanto a materias primas o coste de servicios y eso va a ser un lastre en las cuentas de beneficios», señaló el presidente de Pimeef, Alfonso Rojo.
Sueldos inflados
El presidente de los pequeños y medianos empresarios añade a este problema, el de la falta de personal, ha llevado a muchas empresas a «blindar» a sus trabajadores con sueldos por encima del mercado, para evitar que otras empresas pudieran hacerles alguna oferta. Esto también ha incrementado los costes esta temporada «y cada uno tendrá que haber hecho sus cuentas».
José Antonio Roselló, vicepresidente de CAEB en Ibiza, señaló también que el aumento de gasto y de turistas «se verá compensado, en unas empresas más que otras con el efecto del incremento de costes y la dificultad para completar plantillas».
Para la presidenta de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) ha sido «la temporada que todo el mundo esperaba». «Ha sido un año en el que se ha trabajado muy bien, con más afluencia de turistas que nunca», afirmó. Sin embargo recordó que a nivel de beneficios no se puede comparar este año con 2019. «En 2019 veníamos de un 2018 muy bueno, mientras que este año es la salida de los dos años de covid».
Dicho esto, consideró que todo lo bueno de este año compensa todo lo malo de los dos anteriores «y eso lo debemos tener en cuenta».
Intrusismo
Respecto a la próxima temporada, todas las patronales coincidieron en que se debe incidir en la lucha contra el intrusismo.
«Las cifras de entrada de pasajeros nos señala que sigue habiendo una gran parte de turistas que se alojan en la oferta ilegal», señaló Gordillo, que pidió al Consell que se pusieran más medios contra «esta lacra».
Por su parte, Rojo indicó que las fiestas ilegales no fueron algo puntual de la pandemia y que se habían seguido produciendo este verano, por lo que pidió a las instituciones que no bajaran la guardia.